Ponche, posadas y piñatas: así se celebra la Navidad en distintas partes de México.

La Navidad en México es resultado —como gran parte de nuestra cultura— del sincretismo entre la cultura prehispánica y la española. Los artesanos de estos pueblos hacen que año con año las casas y calles de los mexicanos se llenen de color en diciembre.

08 Mar 2022

Llegó la época del ponche, las posadas y las piñatas. La Navidad en México, como gran parte de nuestra cultura, es resultado del sincretismo entre la cultura prehispánica y la española (más tarde llegaría la estadounidense con Santa Claus y los jingles). Si bien algunas de las tradiciones navideñas son antiquísimas y vienen de otros países, los artesanos mexicanos han logrado imprimir un sello característico a sus creaciones. En esta serie de entregas exploraremos algunas de las tradiciones mexicanas —más allá del árbol de Navidad— acompañadas de un destino para verlas de primera mano.

La piñata navideña

Explicar el concepto de una piñata a un extranjero puede ser un poco complicado, ¿por qué un niño golpearía a su caricatura favorita? Tal vez un buen punto de partida sería explicar que esta tradición es mucho más antigua que el Capitán América, Buzz Lightyear, Pikachu o cualquiera que sea el personaje de moda.

Esta tradición llegó a México en el siglo XVI (1586), cuando los frailes agustinos de Acolman de Nezahualcóyotl —en lo que hoy es el Estado de México— recibieron la autorización del Papa para celebrar las misas de aguinaldo previo a la Navidad, que más tarde se convertirían en las posadas.

Navidad

El Exconvento de San Agustín en Acolman vio nacer a las piñatas como las conocemos hoy en día y con ellas una gran tradición de la Navidad.

Originalmente, la piñata era una olla de barro, a la que años después los frailes añadieron papel de china de colores para hacerla más vistosa y representar los placeres superfluos. Los siete picos de la que hoy consideramos como piñata navideña  simbolizan los pecados capitales y debían ser destruidos con los ojos vendados (haciendo alusión a que la fe es ciega), con la ayuda de un palo que simboliza a la virtud como herramienta para terminar con las tentaciones. Como premio, de la piñata llovían frutas de temporada como tejocote, jícama, lima, caña de azúcar, mandarina, naranja así como cacahuates y varios dulces tradicionales.

Cada diciembre, los techos de los mercados del país se pintan de todo tipo de colores de estos objetos, ahora gran símbolo de la cultura mexicana. Para quienes quieran conseguir las más tradicionales, la recomendación es ir a la Feria de la Piñata en Acolman en donde año con año se reúnen cientos de artesanos que hacen honor a la tradición de casi 500 años y no a las figuras de acción con el lema “no rompas la tradición… rompe una piñata”.

Esferas navideñas

Esferas de navidad

Las esferas artesanales son frágiles pero únicas. Fotos: Anvisa El Castillo De La Esfera

Sin esferas no hay árbol de Navidad. Antes de sucumbir a la tentación de comprar esferas de plástico después de haber roto, año tras año, cientos de esferas de cristal, hay que voltear a ver de dónde viene esta tradición para valorarlas. Si bien se sabe que las esferas se usaban hace más de 2,000 años en China y que la tradición del árbol de Navidad estaba presente en Alemania en el siglo XVI, las esferas llegaron a México hasta el siglo XVII. A partir de entonces —como en gran parte del mundo— las esferas salen cada diciembre para adornar las casas y las calles de los mexicanos. El mejor lugar para conseguir verdaderas esferas artesanales de vidrio soplado son los Pueblos Mágicos de Tlalpujahua, en Michoacán, y Chignahuapan, en Puebla.

Nacimientos de Totomoxtle

No es sorpresa que en México, donde el maíz es rey, haya toda una rama de artesanías hecha con totomoxtle (las hojas de la mazorca). Estas hojas tienen diferentes usos según la época, en febrero se utilizan para envolver los tamales en el Día de la Candelaria, a final de la época de lluvias, cuando se cosecha la milpa, se utiliza como alimento del ganado y, al final de año, los artesanos de alrededor del país lo ocupan como materia prima para elaborar nacimientos que decoran iglesias, hogares e incluso taquerías. Si bien el maíz se siembra en todo el país, un buen lugar para conocer más sobre el uso de este material en artesanías es Xico, Veracruz, donde se encuentra el Museo del Totomoxtle.

Navidad

El totomoxtle es uno de los protagonistas de la Navidad en México.

Foto de portada: La piñata (1954), Diego Rivera.

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