La competencia entre las aerolíneas low cost ha escalado hasta dimensiones imprevistas. Lo que hasta hace algunas décadas podía ser un auténtico lujo, se ha ido haciendo más accesible. Para bajar los costos algunas compañías han segmentado aún más sus secciones y servicios, ajustando el precio a las necesidades de cada usuario. Pero, la mayoría también ha reducido el espacio a bordo, para eficientizar sus vuelos con más pasajeros por trayecto.
No, desde luego que no es tu imaginación si sientes que cada vez hay menos espacio para las piernas. De hecho, si creías que esto se empezaba a poner incómodo, te llevarás una sorpresa. La realidad es que la industria sigue ideando la manera de aprovechar aún más sus vuelos y parece que seguirán buscando la forma de hacerlo experimentando con los asientos.
Desde reacomodar las filas, hasta cambiar los materiales y, sobre todo, restringir considerablemente la comodidad, últimamente han surgido varias ideas para seguir optimizando el espacio a bordo. Estas son algunas propuestas que nos parecieron interesantes, pero que, sin embargo, no estamos seguros que quisieramos probar.
Volar ¿parado?
Más que los lugares comunes y corrientes con los que estamos familiarizados al volar, esta propuesta parece un asiento de bicicleta con respaldo. La idea es que el pasajero viaje prácticamente de pie, reduciendo así el espacio que ocupan las piernas extendidas.
La propuesta es de los fabricantes de asientos para aviación Avioninteriors, quienes aseguran que con una sección “ultra barata” de estos asientos se podrían acomodar hasta 20% más pasajeros en cualquier vuelo. Eso sin mencionar que también pesan la mitad que un asiento común y corriente.
Con este peculiar diseño el pasajero promedio ocuparía apenas 53 centímetros entre filas, mientras que los espacios más reducidos de la aviación actual rondan los 80 centímetros.
A pesar de que la idea apenas es un prototipo lejos de ser una realidad, muchas aerolíneas low cost han expresado su interés por una alternativa que ayude a reducir el precio para sus pasajeros, sobre todo en vuelos cortos.
Uno sobre otro
La maravilla de esta propuesta es que en realidad no escatima en comodidad, si no que hace uso del diseño para reconfigurar la cabina sin interferir en el espacio de los pasajeros. Todo consiste en retirar el compartimento superior para maletas y aprovechar ese espacio para una fila elevada de asientos, con las mismas dimensiones que aquellas a nivel de suelo.
Este prototipo de dos pisos es obra del diseñador español Alejandro Nuñez, quien, harto de los espacios cada vez más limitados a bordo, ideó una solución para que todos los pasajeros pudieran estirar las piernas cómodamente.
Trabajando con aerolíneas y fabricantes españoles, encontraron que el “Chaise Lounge Economy Seat”, como lo han nombrado, es un diseño ideal para aviones grandes, donde se pueda elevar la fila de asientos de en medio.
Menos peso, más viajeros
Cuando subimos a un avión normalmente esperamos sentarnos en un asiento más o menos acolchonado. Sin embargo, y aunque no siempre lo tomamos en cuenta, todo eso aporta al peso del viaje que, por seguridad, todos los vuelos tienen que regular.
Esto limita significativamente la cantidad de pasajeros o el equipaje a bordo. Sin embargo, este prototipo de asiento busca aligerarlos al máximo, para así redistribuir el peso y optimizar cada vuelo.
Pero ¿cómo hacerlo? La idea es retirar cualquier acolchonamiento “innecesario”. Desmontar el asiento hasta su base, para sólo quedarse con una estructura de metal cubierta con una tela que se tensa para sentarse. Algo similar a una de esas sillas de playa plegables.
Los asientos no pesan más de 8 kilos cada uno, por lo si alguna aerolínea los implementara en el futuro, podría utilizar el margen de peso para subir más equipaje o pasajeros, reduciendo así el costo de sus boletos.
