Cuando viajamos, el estrés, la falta de hidratación, la comida chatarra, los cambios de horario y la escasez de sueño afectan a nuestro organismo de manera sustancial y esto puede provocar una enfermedad; por eso, recomendamos armar un kit de bienestar con lo siguiente:
Un buen probiótico
La salud intestinal es el centro de la salud en general. No sólo impacta la digestión, sino también el estado de ánimo y el sistema inmunológico. Además de reforzar al sistema inmune, un probiótico nos ayuda a soportar de mejor manera el cambio de rutina y a adaptarnos a un medioambiente desconocido. Recomendamos tomar un suplemento antes y durante el viaje; también consumir alimentos y bebidas como kéfir, yogurt, col agria, kimchi, miso, kombucha o agua de tíbicos. Todos ayudan a mantener equilibrada la flora intestinal naturalmente.
Botella de agua de vidrio o acero inoxidable
Estar hidratados es una de las claves para estar sano. Tomar agua antes y durante el vuelo ayuda a nuestros riñones a funcionar bien; ir al baño hará que nos movamos y, por lo tanto, no retengamos agua ni nos inflamemos demasiado. Tener una botella de vidrio o acero inoxidable que podamos rellenar —además de ser más saludable y económico—, contribuye a no contaminar el planeta.
Mezclas nutritivas
Empezar el día con una mezcla de vegetales verdes en polvo (e incluirla en nuestras comidas) nos ayuda a desintoxicarnos de metales pesados y radiación, a oxigenar la sangre, a mejorar la digestión y el sistema inmune, a alcalinizarnos y a tener energía en el día. Durante un viaje puede ser difícil controlar los horarios y la disponibilidad de las comidas, así que una mezcla de nueces crudas y frutas deshidratadas nos puede ayudar a quitarnos el hambre y a sentirnos con más vitalidad.
Melatonina y magnesio
Viajar involucra una gran diferencia en los horarios que acostumbramos, por lo que la melatonina es una gran opción para regular el sueño de una manera natural. Por su parte, el magnesio actúa en más de 300 funciones corporales. Este mineral es un relajante natural, nos protege para evitar dolores que se suscitan después de largos trayectos, también es auxiliar en la regulación de retención de líquidos para evitar la inflamación en piernas, pies y manos. Además, ayuda a evitar la constipación y a conciliar el sueño.
Plata coloidal grado nutricional
Cuando nos aventuramos a países remotos, muchas veces nuestro organismo no está habituado a las bacterias, virus y partículas del lugar, por lo que somos más propensos a sufrir una recaída al comer alimentos que las contienen o simplemente por respirar un aire nuevo. La plata coloidal es una excelente manera de apoyar el sistema inmune y de evitar infecciones durante un viaje. Un vaso de agua con seis gotas de este producto nos puede evitar un mal momento.
Aceite de orégano
Es un gran antibiótico y fungicida natural. Durante un viaje nos puede ayudar a eliminar bacterias y hongos no deseados provenientes de los alimentos, del agua o del aire que respiramos. Se puede llevar en pequeñas cápsulas y tomar una, junto con la plata coloidal, en la mañana como prevención (a diferencia de los antibióticos, no tiene efectos secundarios). También se pueden llevar gotas de aceite esencial y diluirlo con aceite de coco o ponerlo directamente sobre la piel, que se encargará de absorberlo y metabolizarlo.
Calcetines de compresión
Unos calcetines de compresión ayudan a promover una buena circulación sanguínea para evitar coágulos, varices e inflamación en las piernas durante un vuelo largo por falta de movimiento.
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