Una nueva nariz para Chanel

Olivier Polge reveló Misia, su primera creación desde que tomó la estafeta como perfumista principal de la casa francesa Chanel.

10 Nov 2017

Tenía cuatro años cuando su padre, Jacques Polge, ya depuraba los más finos aromas para crear perfumes de Chanel, pero, a diferencia de otras historias donde se hereda la profesión, Olivier forjó una sólida carrera por propio pie.

Aunque tiene formación como historiador del arte, sus primeras prácticas profesionales fueron en el mundo de la perfumería, llevadas a cabo en Charabot (en la Provenza francesa, su tierra natal) y en acm (en Ginebra), para finalmente, en 1998, llegar como perfumista aprendiz a la compañía estadounidense Flavors and Fragances, donde aprendería de Carlos Benaim y Sophia Grojsman, dos de las más célebres narices de la perfumería moderna.

Luego de años de éxitos y best-sellers (La vie est belle de Lancôme, o Repetto de Repetto), además de premios internacionales como el Prix International du Parfum, en 2013, con casi 40 años de edad, llegó a tomar el relevo en la casa de su padre, Chanel. Si de algún privilegio gozó por ser hijo del mítico Jacques éste sólo estaba en la sangre.

“Antes de llegar, evidentemente conocía los perfumes Chanel, su riqueza no existe en ninguna otra casa. Uno puede también hablar de un estilo; las flores son importantes pero siempre desde un punto de vista abstracto”, comentó a Le Figaro a su llegada. “Con excepción de Gardenia (1925), no existe ningún soliflore (perfume de una sola flor).

La creación comienza con la esencia que uno refina, en el sentido técnico. Aun cuando remite a la naturaleza, una fragancia es, sobre todas las cosas, una construcción mental. Me encanta la frase de Coco respecto de la N° 5: ‘Un perfume artificial, tan artificial como un vestido, es decir, fabricado. Soy una artesana de la couture, no quiero rosas, ni lirios de los valles, quiero un perfume que sea un compuesto’”.

Queda el reto para Olivier de continuar el legado de la casa, y ayudar a la expansión en mercados como India, China y Brasil. Misia, su primera creación, se lanzó esta primavera, aumentando las expectativas sobre su futuro.

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