Cuando llega el invierno y el aire empieza a enfriar un poco más, hacer un hike cerca de la ciudad se convierte en uno de los mejores planes. No necesitas manejar horas para encontrar bosques fríos, montañas con hielo en las orillas o paisajes que te hacen sentir lejos de todo.
Estas cuatro rutas son perfectas para escapar de la ciudad y entrar en mood invernal, sin salir demasiado lejos de la CDMX. Eso sí, no olvides ir bien abrigado pues antes del amanecer suelen bajar mucho las temperaturas.

Nevado de Toluca
Es el clásico absoluto para buscar frío real. Si tienes suerte, hasta puedes encontrar nieve. El hike hacia las lagunas es una mezcla de vistas épicas, aire helado y silencio total. La subida es demandante, pero no imposible; lo importante es llevar una buena chamarra y subir despacio para que la altura no pese tanto. Lo mejor del Nevado es que, aunque está a poco más de una hora y media de la ciudad, se siente como si hubieras viajado a otro país.

Desierto de los Leones
A solo unos minutos de Santa Fe, este bosque es la forma más fácil de entrar en ambiente frío sin comprometer todo el día. Los caminos se desplazan entre pinos altos, musgo húmedo y el olor a tierra mojada que aparece en cuanto baja la temperatura. Puedes elegir una ruta corta o armar una caminata larga hasta los antiguos restos de los acueductos. El clima suele ser fresco incluso en verano, pero en invierno se vuelve ese frío intenso, perfecto para un plan rápido, cerquita, pero con vibe invernal total.

Parque Nacional Izta-Popo
Aquí el frío es cosa seria. El parque, que tiene la mejor vista a los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, es uno de los lugares más impactantes para hacer senderismo cerca de la CDMX. El hike más popular es hacia La Joya, una zona con vistas despejadas del Iztaccíhuatl, donde el viento sopla fuerte y el clima puede cambiar en minutos. En las mañanas, el termómetro puede bajar a cero, así que es indispensable llevar capas y todo lo necesario para cortar el viento. La recompensa: panoramas gigantes, aire puro y esa sensación de pequeñez frente a dos volcanes.

Parque Nacional La Malinche (Tlaxcala/Puebla)
Este es el hike que casi siempre sorprende. No tan mencionado como el Nevado o el Izta, pero igual de especial. La Malinche es una montaña amplia, ideal para quienes quieren un reto moderado sin llegar al nivel de un volcán. El bosque es frío, denso y tranquilo, y conforme subes, el paisaje cambia a pastizales dorados que anuncian la llegada al tramo final. En invierno, las mañanas heladas son parte del encanto. Además, está relativamente cerca: alrededor de dos horas desde la ciudad.

Bonus: Ajusco
Si no quieres manejar mucho, el Parque Nacional Cumbres del Ajusco es el atajo perfecto. En pocas horas puedes alcanzar el Pico del Águila y sentir ese frío seco que anuncia que estás a más de 3,900 metros de altura. Es un hike corto, accesible y con vistas amplias de toda la ciudad cuando el cielo está despejado.