Formar a los ambientalistas del futuro

Maritza Morales Casanova, laureada con el Premio Rolex a la Iniciativa en 2012, está convencida de la importancia de educar a las nuevas generaciones en el cuidado del medio ambiente. Para lograrlo fundó Ceiba Pentandra en Mérida, el primer parque de educación ambiental para niños en México.

16 Jan 2023

Desde 1976, los Premios Rolex a la Iniciativa forman parte de la campaña Perpetual Planet y han otorgado un reconocimiento a iniciativas que transforman vidas y comunidades enteras para construir un mejor planeta para todos. Siguiendo los valores de calidad, ingenio, determinación y el espíritu emprendedor que ha impulsado a la compañía desde sus inicios, en Travesías presentamos esta serie de Guardianes del planeta, con perfiles de laureados en los Premios Rolex a la Iniciativa. Es el caso de la mexicana Maritza Morales Casanova, laureada en 2012 como parte del Programa Jóvenes Laureados, quien desde la Península de Yucatán siembra cada día la semilla que contribuye a formar a los ambientalistas del futuro.

Maritza Morales con algunos estudiantes en Ceiba Pentandra, Yucatán.

HUNAB (que significa “Humanidad Unida a la Naturaleza en Armonía por el Bienestar, la Bondad y la Belleza”) es el nombre de la asociación que Maritza Morales Casanova, laureada con un Premio Rolex a la Iniciativa en 2012, fundó en 1995, cuando era apenas una niña de 10 años. Lo que inició como un movimiento de niños y adolescentes para proteger el medioambiente —animales, plantas y seres humanos incluidos— se convirtió, con los años, en una filosofía que busca poner todo el conocimiento sobre ciencias medioambientales a disposición de las nuevas generaciones. Esta filosofía se pone en práctica mediante diferentes acciones entre las cuales se encuentran las actividades del parque de educación ambiental Ceiba Pentandra, en Mérida.

ambientalistas del futuro
Una niña organiza juegos educativos sobre especies animales en peligro de extinción.

Ahí acuden semanalmente niños desde los cinco años que, mediante diversos módulos, llamados Mondambientes, reciben información sobre ciencias ambientales, se divierten realizando diferentes actividades y comienzan a hacer, ellos mismos, investigación científica. La pedagogía no es tradicional, es decir, no se transmite de manera vertical. En Ceiba Pentandra los niños son los encargados de dar la información a sus compañeros y, juntos, descubren sus intereses particulares y dan forma a su proyecto. La enseñanza por pares permite que, frente a la actual emergencia climática, en que parece predominar un sentimiento de derrota, el discurso se mantenga positivo y las nuevas generaciones encuentren una motivación genuina para cuidar los recursos de manera activa, preservar las especies vegetales y animales y recuperar la armonía entre el ser humano y todas las formas de vida. Cada niño es, como aquí los llaman, un héroe de la Abuelita Tierra, un Arca de Noé capaz de salvar a las especies a su alrededor.

Maritza Morales ha entrenado a 100 niños de 40 familias en acuacultura del caracol.

En Ceiba Pentandra hay niños que descubren, módulo a módulo, que su misión es cuidar los suelos y experimentan con diversos tipos de composta; aquellos que encuentran su vocación en la preservación de especies criollas de maíz o en la protección de las abejas meliponas y otros polinizadores nativos, o aquellos que deciden dedicar sus estudios al cuidado del agua. Y éstos son sólo algunos ejemplos entre los más de 27,000 niños que han entrenado como ambientalistas desde la fundación del parque en 2013. A ellos se suman los que acuden a visitas escolares y los que reciben el periódico didáctico HUNAB en diferentes regiones.

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Un joven maestro conduce un taller ambiental para niños siguiendo el punto de vista de Maritza de que los niños pueden proteger el mundo tanto como los adultos.

El trabajo de HUNAB da una opción real para quienes, como la propia Morales Casanova, descubren desde la infancia que tienen la vocación de dedicarse a la protección medioambiental y que encuentran en su programa de actividades un inicio sólido en una carrera que puede llegar hasta la profesionalización, pues aunque hay muy buenas opciones para los niños que desean dedicarse a los deportes o las bellas artes, el panorama para los futuros científicos ha sido siempre mucho más limitado. Por eso, HUNAB da un seguimiento a sus participantes, quienes después de descubrir su proyecto pueden recibir mentorías y participar en clases especializadas con diferentes instituciones, lo que ayuda a nutrir sus conocimientos y hacer que sus ideas se conviertan en acción. De hecho, no es raro que antiguos alumnos de HUNAB tomen la decisión de estudiar carreras universitarias en diferentes ramas de las ciencias medioambientales.

Maritza Morales Casanova distribuye libros educativos a niños de la comunidad El limonar en Yucatán.

Morales Casanova piensa que es fundamental comprometer a las nuevas generaciones con el cuidado del medio ambiente. Para ello, no sólo trabaja de manera incansable en el parque Ceiba Pentandra —que a partir de la pandemia de Covid-19 repensó sus espacios para hacerlos más seguros en términos de salud y protección civil—, sino que también busca replicar la pedagogía en diferentes partes de México y el mundo. Sólo la transmisión entusiasta del conocimiento y la responsabilidad por el cuidado de todas las especies y recursos puede garantizar el desarrollo sostenible para las siguientes generaciones.

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Rolex anunció a los cinco Laureados de los Premios Rolex a la Iniciativa 2021. Sus proyectos fueron reconocidos por la entereza y el potencial que tienen para ayudar a reinventar nuestro futuro.
Para conocer más de otros proyectos que buscan mejorar la vida en el planeta, visita rolex.org. #PerpetualPlanet #GuardianesdelPlaneta

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