El truco militar para vencer el jet lag: ¿realidad o mito?

Podría parecer exagerado, pero la cosa es que sí funciona…

25 Aug 2025

Quien ha viajado largas distancias sabe que el jet lag no perdona: el cansancio, los ojos pesados y esa confusión mental pueden arruinar los primeros días de cualquier viaje. En la búsqueda de soluciones, internet viralizó lo que muchos llaman el Navy SEAL Jet Lag Cure. El nombre promete, pero en realidad no se trata de una cura milagrosa, sino de un truco de siesta rápida atribuido a Jocko Willink, excomandante de los Navy SEAL, el cuerpo militar especializado de la Marina de Estados Unidos, que asegura poder devolverte la energía en minutos.

El método es simple: recostarse en el suelo, levantar las piernas sobre la cama o un sillón, poner la alarma entre ocho y diez minutos y dormir lo justo para que el cuerpo se reinicie. Willink asegura que al despertar se siente como si uno hubiera dormido seis horas. En internet, varios viajeros lo probaron y cuentan que el cambio es sorprendente: energía renovada, mayor concentración y ánimo para seguir el itinerario. La clave, dicen, está en la brevedad de la siesta, suficiente para refrescar al cerebro sin entrar en un ciclo profundo de sueño que luego provoque pesadez.

¿Por qué y cuándo funciona este truco?

La explicación detrás de este “hack” tiene lógica. Al elevar las piernas, la sangre fluye de manera distinta y se estimula la circulación, lo que puede ayudar a una recuperación más rápida tras un viaje largo o una mala noche. Además, al limitar el descanso a menos de 10 minutos, el cuerpo evita entrar en las fases de sueño profundo que generan inercia al despertar.

Ahora bien, aunque es un truco útil, conviene aclarar que no es una cura definitiva contra el jet lag. El desfase de horario ocurre porque el reloj biológico interno se desincroniza con la nueva zona horaria y una siesta de diez minutos no basta para realinear los ritmos circadianos.

Los expertos en sueño insisten en que la mejor manera de reducir el jet lag sigue siendo una estrategia integral: exponerse a la luz natural en los horarios correctos, ajustar las comidas al nuevo destino, dormir en horarios locales y mantenerse bien hidratado. La melatonina, siempre bajo supervisión médica, también puede apoyar en el proceso.

Existen otros métodos probados y hasta respaldados por investigaciones militares, como la dieta Argonne, que alterna periodos de ayuno y comidas energéticas para ayudar al reloj interno a adaptarse más rápido. También se habla de planificar siestas estratégicas y aprovechar la exposición a la luz solar para indicarle al cuerpo en qué momento debe estar alerta o descansar. Todos estos enfoques tienen en común una idea: el jet lag no se vence con un solo truco, sino con un plan que equilibre descanso, alimentación, luz y disciplina.

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