Algo hay en la esencia de los pueblos que los hacen un destino perfecto para desconectarse de la ciudad. Ya sea por su tranquilidad o lejanía, el tiempo en estos pequeños poblados transcurre lento y se respira frescura. En México hay cientos de pueblos mágicos cuyas calles y fachadas cuentan historias, pero también localidades recién fundadas. Una de ellas es Val’Quirico, un pueblo de estilo italiano que se ubica en Tlaxcala.
Inaugurado en 2014, el nombre de este sitio estuvo inspirado en el pueblo San Quirico d’Orcia. Desde la entrada al poblado, las fachadas de las construcciones de piedra, ladrillo y madera generan una sensación de haberse transportado a las colinas de la Toscana, una región al centro-norte de Italia. Pero lo que nos recuerda que estamos en México es que, detrás de los paisajes de tonalidad ocre, se levantan el Iztaccíhuatl y el Popocatépetl en el fondo.
Una vez en Val’Quirico, se pueden recorrer las angostas callejuelas, las escalinatas adornadas con flores y pasear por las plazas y zócalos. En un aura campestre conviven galerías de arte y boutiques, así como una rica oferta gastronómica.
La variedad de restaurantes incluye La Route del Vins o Osteria La Bottega, la cual hace honor a la esencia italiana del lugar. Para ese toque dulce, lo ideal es sentarse en alguno de los cafés con terraza o pasear por las calles empedradas con un helado de El Cielo.
Aunque se puede planear una visita de un día, pasar la noche en Val’Quirico completa la experiencia; Hotel Canaria es de las pocas opciones de hospedaje que están dentro del pueblo.
Bruschettas de La Luna Sul Mare
El imperdible en una escapada a este paréntesis europeo es caminar de noche. Cuando está oscuro, los espacios públicos se iluminan con faros y velas, lo que crea un ambiente bohemio y medieval (que no se encuentra en ningún otro lado).
Llegar a Val’Quirico
El pueblo se encuentra justo entre las ciudades de Puebla y Tlaxcala; saliendo de cualquiera de las dos el camino dura apenas media hora. Desde la Ciudad de México solo es necesario conducir poco menos de dos horas para llegar.
Si pasan por Tlaxcala…
Quizá el santuario de luciérnagas más famoso se encuentra en Nanacamilpa, Tlaxcala (a unos 100 kilómetros al oriente de la Ciudad de México y a 86 al noroeste de la ciudad de Puebla). Son varios los operadores turísticos que organizan recorridos por los bosques para ver este espectáculo (que normalmente ocurre en las primeras horas después de que se mete el sol).
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