The Sea Ranch: arquitectura, San Francisco e idealismo

Arquitectura californiana para el bienestar.

01 Aug 2019

Desde siempre, California ha sido un imán para quienes buscan una vida mejor: pioneros de la salud pública, hippies idealistas, modernistas utópicos y fanáticos del fitness. A principios de la década de 1960, estas posturas diversas se juntaron en The Sea Ranch, un curioso proyecto residencial enclavado en un risco frente a las costas del Pacífico, en el condado de Sonoma, unos 175 kilómetros al norte de San Francisco.

A partir de materiales de archivo y fotografías actuales, una exposición reciente del Museo de Arte Moderno de San Francisco (SFMOMA) titulada “The Sea Ranch: Architecture, Environment and Idealism” —organizada por los curadores de arquitectura Jennifer Dunlop y Joseph Becker— recuperó la historia de este experimento pionero de diseño para el bienestar.

Morley Baer, 1965; Photo: Courtesy Special Collections, University Library, University of California Santa Cruz.

Vivir de manera ligera sobre la tierra

El primero en soñar con construir un rancho modernista a las orillas del mar fue Al Boeke, un arquitecto y desarrollador visionario. Boeke se enamoró de este territorio con vistas al Pacífico y armó un equipo de arquitectos, paisajistas y diseñadores locales para bocetar su comunidad ideal y “vivir de manera ligera sobre la tierra”, con mínimo impacto y en máxima sintonía con sus alrededores. Boeke pretendía “respetar la tierra… construir arquitectura que no fuera arquitectónica, sino que pareciera haber crecido de forma natural en este lugar. No quisimos construir una comunidad de lujo o de ocio, sino una comunidad silenciosa y meditativa”.

Lawrence Halprin Collection, The Architectural Archives, University of Pennsylvania; © Lawrence Halprin.

Esa visión se concretó en la primera fase del proyecto, en 1964. A diferencia de muchos de los experimentos de vivienda de la posguerra en Estados Unidos, los arquitectos de The Sea Ranch antepusieron el respeto al paisaje y la vida al aire libre a la exigencia de la vivienda unifamiliar y la primacía del automóvil de los suburbios de la época. Aquí, en cambio, la apuesta era por viviendas rústicas en condominio, con un restaurante, alberca y centro recreativo compartidos. Los grandes gestos de diseño se limitaron al paisaje: edificios de madera y geometrías simples que se pierden entre la naturaleza, una gran valla de decenas de árboles reforestados y un plano maestro centrado en un generoso parque lineal que corría en paralelo a la carretera costera.

Desafortunadamente, en la década de los setenta y ochenta, el proyecto original de The Sea Ranch se detuvo a razón de una demanda legal presentada por vecinos de las zonas aledañas, quienes exigían un acceso público a la costa. Sin embargo, The Sea Ranch se mantuvo como un ejemplo vivo de desarrollo sostenible y progresista, un auténtico paradigma californiano que, todavía hoy, a más de 55 años de distancia, sigue siendo referente de lo que significa vivir bien.

Rush House interior and ocean view, 2018; photo: © Leslie Williamson.

Más información en SFMOMA

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