El palacio de Kulubá: el nuevo hallazgo maya en Yucatán

Además del palacio, también se encontró un entierro que puede arrojar mucha información sobre como vivía esta civilización.

14 Jun 2020

Si se trata de descubrir el pasado prehispánico de México, quizá no exista mejor lugar que la Península de Yucatán. En cada zona arqueológica, pirámide y estructura podemos adentrarnos en el esplendor de lo que alguna vez fue la civilización maya; conocer su estilo de vida y entender un poco de la complejidad de su cosmovisión.

Más allá de Chichén Itzá o Tulum, toda esta región esconde ruinas de ciudades antiguas. Vestigios son tan abundantes que incluso hay algunos (no se sabe cuántos) que permanecen cubiertos por la vegetación y esperan pacientemente a ser descubiertos. Un ejemplo de esto es la zona arqueológica de Kulubá.

palacio de Kulubá

Templo de las U. Foto: Mauricio Marat. INAH.

El proyecto que quiere regresar el esplendor a Kulubá

Ubicada a 35 kilómetros del municipio de Tizimín, y a poco más de 200 kilómetros de Mérida, esta antigua urbe está compuesta de unas 400 estructuras. El objetivo de los arqueólogos en este proyecto es estudiar a profundidad el sitio y recuperar su grandeza. De acuerdo a los expertos, estos cimientos explican la importancia del comercio para los mayas.

Hay que destacar que la particularidad de este gran estudio radica en la unión arqueólogos y de restauradores. El trabajo común de estas disciplinas ha dado como resultado la liberación y el reconocimiento de un basamento escalinatas y una crujía con pilastras, que se cree era usada por la élite de la ciudad. Se trata de un verdadero palacio prehispánico ubicado al oriente de la plaza principal.

palacio de Kulubá

Templo de las U. Foto: Mauricio Marat, INAH.

El palacio de Kulubá: el nuevo hallazgo maya

Dicha construcción tiene unas dimensiones de 55 metros de largo, 15 de ancho, y 6 de altura. En cuanto a su ocupación, se cree que esta edificación fue usada durante dos periodos: en el Clásico tardío (600-900 d.C.) y el Clásico terminal (850-1050 d.C.). Además de este hallazgo los investigadores ya exploran otras cuatro estructuras en la misma zona; un altar, dos espacios de uso habitacional y una construcción redonda que quizá era un horno.

El descubrimiento forma parte de la cuarta temporada de trabajo en el sitio arqueológico. Las exploraciones iniciaron en noviembre de 2019 y concluirán en marzo de este año. La idea es que la investigación se lleve a cabo al mismo tiempo que los trabajos de restauración a la estructura, esto es un gran avance y permitirá que el sitio arqueológico esté listo lo antes posible.  

Proceso de estabilización y limpieza de los estucos del Templo de las U. Foto: Mauricio Marat. INAH.

Entre los descubrimientos que acompañan al palacio se encontró un entierro secundario –que fue depositado allí tras haber sido extraído de su sitio original– en el cual yacían diversos individuos. Esta fosa es de gran importancia, ya que los restos óseos que estaban ahí le permitirían a los expertos determinar el sexo, la edad, las patologías e incluso los hábitos que tenían los mayas.

Gracias a este nuevo hallazgo, Kulubá ha aumentado su atractivo como patrimonio cultural. En este sitio también se puede admirar la riqueza natural de la selva que la rodea, es común ver pequeños monos araña paseando entre las ruinas, así como distintas especias de animales y flores conviviendo con el pasado histórico de una de las civilizaciones más enigmáticas.

Foto: INAH.

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