Baja California Norte

“La Chinesca” de Mexicali, el barrio más chino de México

En el barrio chino de Mexicali se ha asentado una de las comunidades asiáticas más grandes de México, que ha dejado su marca en la ciudad.

POR: \ FOTO: Rafa Cosío

El barrio chino, o La Chinesca, se ubica al norte del centro histórico de Mexicali y desde principios del siglo XX ha sido el principal asentamiento asiático en la ciudad.

En el norte de México, justo en la frontera con California, surgió oficialmente, un 14 de marzo de 1903, la población de Mexicali, hoy capital de Baja California. Una ciudad con un pasado de migración asiática, europea y estadounidense que define la identidad mexicalense o “cachanilla”, como preferimos que nos llamen. Para los cachanillas es imposible pensarnos sin la comunidad china, especialmente la que llegó de la provincia de Cantón, y ahora les cuento por qué.

Imagínate a Mexicali como una pequeña población, formándose en el siglo XIX cerca del río Colorado, donde la agricultura y la irrigación comenzaban a ser el motor que daba vida a esta árida zona. Mientras tanto, al otro lado del mundo, miles de chinos buscaban salir de su país ante el embate de la guerra del opio que se vivía entre el emperador manchú y los británicos, que llevó a muchísima desigualdad, hambruna y un creciente tráfico de trabajadores de mano de obra, llamados culis, provenientes de las provincias del sur, entre ellas Cantón (Guangzhou o Guangdung).

Buscar la supervivencia fue lo que motivó a miles de chinos de las nueve regiones de esta provincia a migrar a América. Tratados como el de Amistad, Comercio y Navegación entre México y China, que se firmó a finales del siglo XIX, les permitía viajar y residir libremente en cualquiera de las dos naciones, mientras observaran una conducta pacífica. La creciente agricultura en el valle de Mexicali (del lado mexicano), y el valle Imperial (en Estados Unidos) atrajo a esta comunidad y otras, como la india o la japonesa. Pero la comunidad china fue verdaderamente clave para que estos valles fueran fértiles y se convirtieran en el centro algodonero más importante de la región.

Mi abuelo, Pedro F. Pérez y Ramírez, quien fue cronista de Mexicali, reportó en sus investigaciones que, para 1926, se calculaban más de 10,000 chinos en Mexicali, mientras que el registro más antiguo era de 1899, de un niño de 12 años. Poco a poco, su capacidad para organizarse en sociedades agrícolas o convertirse en subarrendatarios de la Colorado River Land Company (empresa latifundista estadounidense) los fue consolidando como comunidad en Mexicali y el Distrito Norte de Baja California. Ya para la década de 1920, 30 eran dueños de sus propios negocios, ya fueran ranchos chinos o tiendas de abarrotes, con 17 sociedades chinas anónimas mercantiles y colectivas.

Es aquí cuando surge el barrio chino o “La Chinesca”, como lo conocemos, un poco obligadamente tras la decisión del ayuntamiento de Mexicali de acotar la ubicación de sus comercios y viviendas en una sola zona, muy cercana a la línea fronteriza (hoy zona Centro), con la intención de tener mayor control sobre ellos.

Poco a poco, La Chinesca se llenó de prósperos comercios, con dos teatros (Teatro Mexicali y Teatro Loc-Kun), varias casas de té, un hospital, una escuela y dos bancos, hasta participar en la aparición de las primeras zapaterías, talabarterías, carpinterías, carrocerías, mercerías, panaderías, reposterías y restaurantes.

El auge siguió hasta que dos incendios, uno en 1919 y otro en 1923, revelaron una serie de pasajes bajo los locales quemados que alimentaron las leyendas y los mitos con los que crecimos los cachanillas: que si eran “fumaderos de opio” o “lugares de apuestas clandestinas” durante la Ley Seca en Estados Unidos; la verdad es que estos subterráneos significaban para los trabajadores chinos un sitio barato y fresco para descansar de un clima cercano a los 50 grados en verano.

La migración desde China se detuvo en los años cincuenta con la llegada del comunismo a aquella nación, pero los migrantes ya eran locales, y su barrio estaba íntimamente relacionado con el ser cachanilla, lo que nos aportó muchas cosas, especialmente la comida china mexicalense. 

Aunque conocemos y se tiene registro del primer restaurante chino en 1927, el Número 19, ubicado justo en un local de La Chinesca, hoy la integración de estos sabores cantoneses-mexicalenses se expanden por todo Mexicali, con más de 350 negocios de comida china a lo largo y ancho de la capital. El barrio chino ha tenido etapas de bonanza y otras de abandono tras cambios sociales y económicos, y justo ahora está refloreciendo con la recuperación desde 2018 de varios de los más de 100 subterráneos que se sabe que existen en La Chinesca, así como de callejones y vías de acceso, lo que lo llevó a ser nombrado el primer Barrio Mágico de México.

“Queremos poder contar las historias de grandeza que forjaron nuestros ancestros, y lo estamos haciendo a través de la rehabilitación de espacios públicos en La Chinesca, con el fin de que la comunidad china, el mexicalense y el visitante tengan su antiguo barrio”, cuenta Rubén Chen, dedicado a rescatar los túneles y promover la cultura asiática de Mexicali.

Y, ¿qué puedes encontrar en el barrio chino? Hay varios recorridos por los sótanos históricos, que te acercan a cómo vivían los primeros migrantes; además se han recuperado diversos callejones, como el famoso callejón de La Chinesca, que alberga más de 14 murales, una cervecería y un bar. En la zona también está la Escuela China de Mexicali, donde puedes aprender mandarín, y el Centro de la Investigación de la Cultura China de Baja California, e igualmente abrió sus puertas el Museo de la Comida China Wok, que exhibe esta rica tradición.

Actualmente, esta pequeña Cantón es una parada obligada para las familias mexicalenses, los grupos de amigos y los muchos visitantes nacionales o aquellos que cruzan la frontera.

Puedes comenzar una visita con un recorrido por “los sótanos de La Chinesca” –en promedio se han rescatado 20–. En ellos irás viendo y sintiendo este universo subterráneo que se abrió al mundo. Es un fragmento del pasado, el cual ha dado pie a la rehabilitación de la zona centro de Mexicali. El recorrido dura una hora y 45 minutos, y debes reservar vía WhatsApp al 68 6150 3694 o en sus redes de Facebook: Orígenes y Secretos de La Chinesca, pues vas bajando en grupos pequeños.

Saliendo de ahí, aprecia el arte de los murales en el callejón de La Chinesca, que cuentan la llegada de esta comunidad a la ciudad. Fueron 14 artistas locales, entre ellos Marco Miranda y Mónica Gasca, los que compartieron su visión, dejando un pasaje lleno de color e historia. En fechas especiales, como el Año Nuevo lunar, verás el espectáculo de la danza del león chino, dedicada a la buena suerte y la fortuna.

Justo a un costado está un beer garden y street food llamado El Barrio Chino Cervecería, que abre de miércoles a domingo desde las 5:00 p.m. Ahí, además de buena cheve artesanal, famosa en Mexicali, y la posibilidad de pedir un chun kun o rollito gigante para botanear, podrás escuchar un line up de dj locales muy eclécticos. Mi sugerencia es que veas la cartelera en su IG: barrio_chino.

Y si lo tuyo es un plan más privado, a unos pasos está la entrada de El Mandarín Vinyl y Music Bar, que abre de martes a domingo desde mediodía. Aquí, como bien dice su nombre, los acetatos dominan el ambiente, que se complementa con su mixología y una cocina confortable basada en pizzas. Aunque no hay reservaciones, te sugiero revisar sus redes, para que te enteres de quién estará en las tornas ese día.

Por la zona también hay casinos, tiendas, restaurantes chinos y hasta un bar que le hace honor al barrio, El Nolteño, que funciona desde 1954, donde verás y bailarás otras de nuestras pasiones musicales.

Volviendo a lo gastronómico, no te puedes ir del barrio o de Mexicali sin haber probado las mieles de la felicidad china, su comida, y aquí hay para todos los gustos y por toda la ciudad. Cada uno de los más de 350 restaurantes tiene su toque para presentarte el arroz frito, las carnitas rojas de cerdo, los chun kun y el pato a la naranja, que le escuché decir a un cocinero chino “son 70% por ciento inspirados en el auténtico sabor cantonés y 30% en el mexicano”. Así que no queda más que probar una lista que armé y que nunca me falla: China Town (Calle Nicolás Bravo, Primera); China House (Calzada Justo Sierra 1001, Burócratas), Chieng’s Bistro (Ignacio Manuel Altamirano 104) e Imperial Garden (Av. Francisco I. Madero y Calle G), pero ojo, cada cachanilla tiene su top basado, mayormente, en las memorias de la infancia, pues en los restaurantes chinos era y es donde se celebra todo en Mexicali.

Quiero dejarte varios consejos que te serán útiles antes de ordenar en uno de estos restaurantes: las porciones son generosas y generalmente se pide por paquetes que llevan un número; cada paquete tiene diversos platillos; la costumbre es beber caguamas bien heladas o pedir una jarra de té, el cual es muy dulce, y siempre es una grata sorpresa si exploras los especiales de la casa.

Un poco así se explica por qué la comunidad china y su barrio son pioneros, como muchos de nuestros ancestros, en la consolidación de nuestra querida Mexicali, llena de matices multiculturales y lista para ser visitada.

 
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