Alejandra Llaneza creció entre el sonido metálico de los bastones y la serenidad de los campos de golf del Club de Golf México. Su primer contacto con el deporte fue gracias a su padre, quien la invitó a probar suerte cuando era niña. “Desde el principio me intrigó mucho. Me gustó el reto”, recuerda. A los ocho años jugó su primer torneo y a los 11 ganó su primer nacional. Desde entonces, el golf se convirtió en su vida.
“Es un deporte que te jala mucho, un poco adictivo –dice–. Nunca hay dos días iguales; puedes jugar increíble un día y al siguiente no saber por qué no funcionó”. Esa búsqueda de consistencia la llevó a una rigurosa formación, a competir profesionalmente durante 14 años y representar a México en torneos internacionales, incluyendo los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Su rutina, como su swing, está llena de disciplina y pequeños rituales: visualizaciones antes de salir, respiraciones profundas y desayunos inusuales de pollo y verduras. “El golf te obliga a conocerte. A manejar tus emociones, tus altibajos, tu ritmo interno”, explica. En el fondo, para Llaneza, jugar golf es un diálogo constante entre el cuerpo, la mente y el entorno: una conversación silenciosa con uno mismo, guiada por la precisión del movimiento.

“Todo es ritmo y secuencia”, señala cuando intenta describir el movimiento del golf. El cuerpo se convierte en un péndulo; las piernas, el torso y los brazos deben coordinarse como engranes de un mecanismo invisible. Esa búsqueda de sincronía, de un flujo perfecto entre fuerza y sutileza, tiene mucho en común con lo que ocurre detrás de los lentes del Xiaomi 15T Pro, un dispositivo diseñado para capturar la esencia de cada instante con la misma precisión de un golfista que busca el golpe ideal.
Así como ella visualiza el tiro antes de ejecutarlo –“El cerebro trabaja con imágenes”, afirma–, el Telefoto Leica Pro 5X de Xiaomi 15T Pro permite generar imágenes desde la distancia, sin interrumpir la espontaneidad del momento. En el golf, anticipar el vuelo de la pelota requiere imaginar la trayectoria con claridad; en la fotografía, esa claridad se traduce en capturar el instante antes de que desaparezca.
“Antes de pegarle, todo está en la mente. Durante el golpe, todo está en el cuerpo. Después, en la calma”. Esa secuencia –visualización, acción y reflexión– es también la del fotógrafo que observa, dispara y revisa. Con su lente óptico Leica Summilux, la luz se convierte en un lenguaje; cada textura, cada sombra del campo o del rostro se traduce en detalle y profundidad.

Xiaomi 15T Pro no sólo documenta el movimiento, lo interpreta: registra el balance, el momento exacto en que el cuerpo y el entorno se alinean. Así como un swing perfecto depende de la coordinación entre la intención y el gesto, el lente de Xiaomi 15T Pro logra acercarse a historias que parecerían inalcanzables con una emblemática configuración de tres lentes que se compaginan para captura imágenes amplias, lejanas y nítidas con resultados de nivel superior. Llaneza explica que cada tiro tiene tres momentos cruciales: la estrategia, la ejecución y la reacción. En la fotografía, esos tres instantes también existen: planear el encuadre, capturar la toma y mirar el resultado con objetividad. “Ser lo más neutro posible –dice sobre los errores–, porque el tiro más importante siempre es el siguiente”. Esa filosofía se refleja en los lentes de Xiaomi 15T Pro: enfocar, capturar y procesar la mejor imagen, que equilibran emoción y técnica.
El lente no sólo capta lo que ocurre; revela el momento invisible en que todo se alinea. Y es ahí, en ese punto exacto donde la mirada y el movimiento coinciden, que la tecnología de Xiaomi y la disciplina del golf se encuentran: en la búsqueda del instante perfecto.

En medio de un exigente calendario de competencias, ese instante quizá ni siquiera se encuentre en el juego. A veces está en la rutina previa, en la intensa preparación o en el descanso. Muchas veces se encuentra en el camino, durante los largos viajes entre torneo y torneo.
GOLF Y VIAJES 101
Para Llaneza, viajar y jugar golf es casi lo mismo: ambos requieren estrategia, ligereza y paciencia. Su año se divide en alrededor de 25 torneos, de Praga a Ámsterdam, pasando por Suecia o Francia. “La logística es interesante –comenta entre risas–. Viajas con palos, mochila y maleta; muchas veces compartes coche con otras jugadoras, así que aprendes a empacar ligero”.
Ella recomienda llevar siempre tus palos si eres un jugador serio, pero si es un viaje recreativo, rentar un equipo local suele ser más fácil. “Mientras más conoces tus bastones, más control tienes del juego, pero para un viaje casual vale la pena viajar ligero”, afirma. También recomienda empacar un foam roller o pelota de estiramiento, indispensable para que el cuerpo se recupere después de cada ronda.

En su maleta nunca faltan marcadores de la suerte, pequeñas monedas que usa en el green, y snacks simples, como plátanos o nueces, para mantener la concentración durante el juego. “Comer algo cada tres o cuatro hoyos me ayuda a mantener el ritmo mental”, destaca.
Entre sus campos favoritos en México, menciona tres destinos que resumen la diversidad del país:
- Mayakoba, en la Riviera Maya, por su diseño desafiante y la belleza de jugar entre manglares y el mar.
- Punta Mita, donde el sonido del Pacífico acompaña cada golpe.
- Los Cabos, un destino en el que siempre podrás encontrar un campo de golf de clase mundial.
“En México el golf es social –expone–. Aquí jugamos con amigos, con música, con tacos a los nueve hoyos. Ese espíritu mexicano es lo que lo hace divertido”.
Así, entre viajes, torneos y paisajes, Llaneza sigue trazando su historia con la misma precisión con la que Xiaomi 15T Pro y su lente Telefoto Leica Pro 5X captura la luz: una historia de movimiento, ritmo y enfoque, en la que cada golpe –como cada fotografía– busca atrapar el instante que lo define todo.