Las 10 obras imperdibles del Louvre en París (y cómo verlas virtualmente)

Estas son las obras que no puedes dejar de ver en una visita rápida al Museo del Louvre

22 Jun 2020

ACTUALIZACIÓN

Después de cerrar sus puertas indefinidamente desde principios de marzo –cuando los brotes y contagios de coronavirus estaban en su peor momento en Europa–, el museo más importante de Francia ya tiene fecha de reapertura: los viajeros podrán volver a entrar en el Louvre tan pronto como el 6 de julio.

Sin embargo, habrá algunos requisitos. Uno de ellos es portar un boleto electrónico, pues una de las mociones en el mundo museístico es eliminar las taquillas –y las filas– y migrar a entradas digitales en la que se elijan una fecha y hora determinadas para ingresar al recinto. La buena noticia es que la venta de boletos en línea ya está disponible a través del sitio web del lugar.

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El museo del Louvre es una de los destinos más populares de la ciudad de París. Recibe 8 millones de visitantes al año, una cantidad que no sorprende si tomamos en cuenta la vasta y rica colección de pinturas y esculturas que tiene; así como una serie de vestigios muy bien conservados de varias de las civilizaciones más importantes del mundo.

Por desgracia, ahora se encuentra cerrado debido a la contingencia de COVID-19. Pero no hay que bajar los ánimos, pues la institución ha habilitado numerosos recorridos virtuales para recorrer sus diferentes salas. Gracias a la plataforma Louvre Online Toursse puede elegir entre una experiencia 360 de los espacios o, en una modalidad más clásica, descripciones detalladas de cada una de las salas.

En las inmersiones 360 se pueden conocer la exposición The Advent of the Artist en la Petite Galerie o las Antigüedades Egipcias, por mencionar algunas, mientras que en la sección de las salas uno puede enterarse en los pormenores de 11 espacios, entre los que destaca la Sala de las Cariátides, la Sala Daru de pintura neoclásica, la Gran Galería dedicada a Italia o la Sala de Rembrandt.

Las 10 obras que hay que ver

Con una superficie de más de 60,500 metros cuadrados, el museo alberga más de 35 mil piezas. Este inmenso repertorio hace que sea prácticamente imposibles de recorrerlo en su totalidad en un sólo día. Para facilitar esta misión escogimos 10 obras que sí o sí tienen que ser apreciadas por cualquier persona que ponga un pie en el Louvre.

obras del Museo del Louvre

Planta baja: mundo antiguo

Código de Hammurabi, mesopotamia

Un auténtico tesoro escondido en el Louvre. Se trata del documento legal más antiguo del mundo. En la parte superior de esta pieza, de dos metros, hay una representación del dios Shamash dictando el código legal al rey de Babilonia, Hammurabi. Este escrito regía todo el imperio, y por eso fue tallado en el resto de la obra.

obras del Museo del Louvre

Toros Alados, Imperio Asirio

Al entrar a la sala y ver a estos hombres toro con alas o Lammasus de cuatro metros de altura, no es difícil de imaginar que su función era la proteger. Estas míticas figuras eran colocadas en la entrada de las ciudades y los templos del norte de Mesopotamia, para dar bienvenida a los dioses y ahuyentar a los enemigos. 

obras del Museo del Louvre

Venus de Milo, Grecia

La escultura descubierta en 1820, es a la vez la representación de Afrodita y la encarnación de la belleza clásica. Al contemplar esta pieza tan importante para la historia del arte, se puede apreciar el inmaculado trabajo del mármol que posible distinguir a la perfección entre las delicadas curvas del cuerpo, así como la suave textura de la piel  y el tosco trabajo de los pliegues de la túnica. Sin duda es algo que se tiene que ver una vez en la vida.

obras del Museo del Louvre

Planta 1: arte islámico, Oriente Próximo, Egipto, arte medieval y pintura Italiana, española y francesa

Escriba Sentado, Egipto

Esta es una de las esculturas más representativas y mejor conservadas de la civilización egipcia. Se trata de la representación de un escriba; los cuales eran altos funcionarios en esta cultura. La pieza, hecha de piedra caliza con ojos de cristal de roca y cuarzo, muestra un realismo atípico en los egipcios ya que no hay rasgos exagerados ni un cuerpo perfecto, incluso se puede observar pliegues de piel derivados de un sobrepeso.

obras del Museo del Louvre

Victoria Samotracia, Grecia

Una de las obras emblemáticas del museo es esta representación de Niké o Diosa de la Victoria. Hecha con una impecable técnica de tallado en piedra que deja ver hasta el más mínimo detalle de una silueta femenina bajo una túnica mojada. La pieza data del 190 a.C. y es originaria de Somatocracia.  Se cree que es una conmemoración a la victoria sobre Antioco III Megas, rey del Imperio Seléucida.

obras del Museo del Louvre

La Gioconda, Leonardo Da Vinci

La lista no podría estar completa si no mencionamos a la famosa Mona Lisa. Este cuadro es sin duda un emblema del museo no sólo por la maestría que le imprimió el legendario Da Vinci, sino por las leyendas que rodean este lienzo; la sonrisa, el misterio de la identidad de la mujer retratada y las cuantiosas teorías de la conspiración que hay detrás del cuadro han hecho que millones de personas viajan de todos los rincones del mundo para ver esta pieza.                                                                                            

obras del Museo del Louvre

Las Bodas de Caná, Paolo Veronese

Este cuadro es famoso por varias razones. Artísticamente es una de las obras más importantes del Manierismo Italiano; estilo lleno de diferentes personajes y escenas en superposición. Además, la composición de esta obra es fascinante por sus planos, sus colores y porque aparecen (con mucho detalle) personajes históricos como Carlos V o Soleimán el Magnífico. Históricamente este dibujo se hizo famoso porque fue uno de los cuadros que se  robaron los soldados franceses por instrucciones de Napoleón.

obras del Museo del Louvre

 La libertad guiando al pueblo, Eugène Delacroix

Esta pintura se ha convertido en un ícono de la historia francesa. La obra plasma uno de los tantos levantamientos que se suscitaron durante la  Revolución Francesa y pone en el centro (de una forma esplendorosa) a una mujer con el torso desnudo que con una mano detiene un arma y con la otra levanta una bandera. La pieza es una alegoría de las tres máximas de 1789: libertad, igualdad y justicia.

obras del Museo del Louvre

La coronación de Napoleón, Jacques-Louis David

Esta pintura de gran tamaño fue encargada por Napoleón durante la coronación de él y Josefina. La obra es de gran valor tanto por sus cualidades artísticas como sus implicaciones políticas e históricas. Es la representación de la fastuosidad con la que la ceremonia se llevó a cabo; el artista escogió plasmar el acto en el que Napoleón se pone la corona con sus propias manos como una declaración a su estilo de gobierno.

obras del Museo del Louvre

Planta 2: Pintura de Europa del Norte y Francia

Sala Rubens, Pedro Pablo Rubens

En 1622 la reina de Francia María encargó a Rubens una colección de veinticuatro cuadros para decorar la galería oeste de su Palacio del Luxemburgo. En conjunto, estas obras representan los momentos claves de la vida de la reina. Estaba previsto hacer otros dedicados a las batallas y los triunfos del rey Enrique IV, sin embargo Rubens sólo empezó los dos primeros lienzos.

obras del Museo del Louvre

Foto de portada: Alex Holyoake

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