México siempre ha tenido fama de ser un país lleno de cultura, pero hay un dato que lo confirma de manera oficial: es el país de toda Latinoamérica con más sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En total, México suma más de 30 sitios culturales, naturales y mixtos, un número que compite con potencias como Italia, España o China. Y lo más interesante es que no se trata solo de ruinas antiguas o ciudades coloniales: abarca desde grandes civilizaciones hasta paisajes volcánicos y zonas donde la biodiversidad se siente como en ningún otro lugar.
Están, por supuesto, los clásicos: Chichén Itzá, una de las nuevas maravillas del mundo. Teotihuacán, con sus pirámides que han visto pasar miles de historias, Palenque, escondido entre la selva chiapaneca y Monte Albán, la ciudad zapoteca que domina el valle de Oaxaca. Pero el Patrimonio de la Humanidad en México no se queda en lo arqueológico.
También están ciudades que cuentan su historia con sus calles: Guanajuato, con sus callejones llenos de color, Puebla, con arquitectura barroca que brilla incluso en días nublados. Querétaro, que mezcla casonas virreinales con un acueducto impresionante o Ciudad de México, donde el centro histórico y Xochimilco forman un combo que ningún otro país tiene.
Y luego vienen los espacios que muestran la fuerza de la naturaleza: la reserva de la biosfera de la mariposa Monarca, el santuario de ballenas en Baja California, o Sian Ka’an, un paraíso caribeño donde la selva se encuentra con el mar. En estas zonas, México demuestra que también es líder en conservación y biodiversidad.
México ocupa este lugar no solo por tener historia, sino por saber contarla. Por tener comunidades que preservan sus costumbres, artesanos que mantienen vivos oficios ancestrales y paisajes que siguen intactos gracias al trabajo local.
