Pueblos fantasma en México (para conocer lo que nadie conoce)

Desde Sinaloa hasta Hidalgo, estos destinos fuera de lo común esconden leyendas y vestigios de tiempos pasados.

09 Nov 2022

México es un país que ofrece todo tipo de escapadas. Están las playas de ensueño, las rutas gastronómicas y las capitales culturales. También los sitios arqueológicos, las reservas naturales y las ciudades coloniales. Sin embargo, algunos viajeros buscan experiencias atípicas y alejadas de los itinerarios de siempre. En ese caso, vale la pena tener en el radar a los pueblos fantasma, lugares marcados por las leyendas, los mitos y hasta los desastres naturales.

Estos destinos —algunos completamente abandonados y otros con una cotidianeidad muy particular— proponen escenarios nostálgicos y llenos de calma que vale la pena conocer. Desde Sinaloa hasta Hidalgo, recopilamos cinco pueblos fantasma que se pueden visitar en México.

Real de Catorce

Este pueblo se localiza en la zona norte del estado de San Luis Potosí, en medio de dos montañas que forman parte de la Sierra de Catorce. En el siglo XVIII, aquí comenzó a operar una de las minas más fructíferas del virreinato, y estuvo en funcionamiento durante casi 200 años. Sin embargo, debido a una súbita escasez de plata y a una gran inundación, la mina quedó en desuso y los mineros migraron a otras partes del país. Después de muchos años de estar abandonado, Real de Catorce ahora ha encontrado una nueva oportunidad turística gracias a su encanto perteneciente a otra época.

Foto: anaroza / FlickrCC.

Mineral de Pozos

Ubicado a una hora de San Miguel de Allende y dos de Guanajuato, Mineral de Pozos —uno de los pueblos fantasma más famosos del país— se mantuvo a flote durante la Independencia y la Revolución gracias a su auge minero. Desafortunadamente, en 1938 un río subterráneo inundó muchas de las galerías y túneles de sus minas, provocando un irreparable declive económico y posterior abandono. Sin embargo, la leyenda dice que en realidad el pueblo quedó maldito tras el asesinato de su sacerdote durante la Guerra Cristera. Al igual que Real de Catorce, hoy forma parte de la lista de Pueblos Mágicos y ofrece recorridos (muchos de ellos nocturnos) por los vestigios de sus minas.

Foto: Timothy Neesam / FlickrCC.

San Juan Parangaricutiro

En 1943, la erupción del Paricutín sepultó dos poblados en Michoacán. Uno de ellos —homónimo del volcán— desapareció completamente, y del otro —llamado San Juan Parangaricutiro— únicamente quedó a la vista su antigua iglesia. Estas ruinas (que comprenden el campanario, parte de la fachada y un nicho del templo) se pueden visitar, pero sólo hay acceso a pie o a caballo. Afortunadamente, a pesar del desastre natural, todos los habitantes de San Juan lograron evacuar el pueblo a tiempo y se refugiaron en la ex hacienda Los Conejos, donde comenzaron desde cero y eventualmente fundaron el municipio de Nuevo San Juan Parangaricutiro.

Foto: Matthew Fuentes / FlickrCC.

Real del Monte

Los pueblos fantasma no siempre son tan evidentes. Muy cerca de Pachuca y a más de 2,700 msnm se encuentra Real del Monte, una localidad en Hidalgo que a primera vista es muy tranquila y pintoresca, pero que esconde uno de los lugares más misteriosos del país. Todo se remonta a comienzos del siglo XIX, cuando varios mineros ingleses se instalaron en Real del Monte con la misión de reactivar la industria en la región. En 1862, justo en la cima de uno de los montes del pueblo, se fundó un cementerio inglés que hoy cuenta con 755 tumbas (754 de ellas apuntan al noreste, justo hacia donde se encuentra Inglaterra, y la otra ha generado todo tipo de leyendas). El panteón está abierto al público e incluso cuenta con un pequeño museo, que exhibe algunas fotografías de los personajes enterrados ahí mismo.

Foto: FB Panteón Inglés de Real del Monte.

Cosalá

Fundado en 1562, Cosalá es un pueblo situado en la Sierra Madre Occidental, a 160 kilómetros de Culiacán. Este lugar aún conserva su traza urbana original, al igual que muchas de sus construcciones antiguas. Como resultado, Cosalá también es hogar de varias leyendas populares. Se dice por ejemplo que, en la calle Guerrero, el fantasma de un minero asesinado en el siglo XVIII se aparece constantemente. Por su parte, en la calle Hidalgo, se puede apreciar frecuentemente la figura de una mujer vestida de blanco.

Foto: SECTUR.

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Foto de portada: Antonio de Jesús Pérez Cruz / CC BY-SA.

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