¿Cómo era la población que originalmente habitaba la zona de El Tajín?

El nombre El Tajín significa lugar de un conjunto de templos de donde sale humo constantemente, pues se cree que ahí se quemaba copal con frecuencia.

20 Jul 2022

El Tajín es la ciudad prehispánica más importante del norte de Veracruz. Gracias a la construcción de cinco emblemáticos edificios dirigidos hacia el cerro del oriente, esta ciudad sagrada alcanzó su máximo esplendor en el periodo mesoamericano Epiclásico, entre los años 800 y 1100.

Hacia el año 1150 ésta fue abandonada por sus habitantes después de que una gran inundación provocada por un cambio climático histórico conocido como “cálido medieval” la dejara bajo el agua.

Permaneció entre la sombra de los árboles hasta que el cabo del ejército virreinal Diego Ruiz descubrió la Pirámide de los Nichos en 1785 mientras buscaba sembradíos clandestinos de tabaco.

Dibujo de la Pirámide de los Nichos por Carl Nebel

Los orígenes

Después del hallazgo de la gran zona arqueológica de El Tajín surgieron algunas preguntas: ¿quién habitó por primera vez este lugar y quienes construyeron edificaciones de tal magnitud?

Las investigaciones iniciaron y se llegó a la conclusión: los primeros habitantes de esta ciudad mesoamericana fueron los totonacas. Cultura indígena conocida por ser la primera en aprovechar los beneficios aromáticos de la vainilla utilizados para rituales y para fines comerciales.

Fotos: Mark Powell

Los totonacas además de dedicarse al comercio, la agricultura y la pesca, eran partícipes del juego de pelota. Dentro de El Tajín se han encontrado 17 canchas de dos tipos: aquellas donde marcan el juego de competencia en las pinturas rupestres plasmadas en sus muros y las otras donde se llevaban a cabo los rituales y destacan los relieves de las figuras de los yugos, las hachas y las palmas talladas en piedra. Estas herramientas propias de los totonacas eran utilizadas para la práctica del juego.

El juego de pelota como competencia formaba parte de la vida cotidiana de los totonacas. Debido al esfuerzo que éste conlleva, se necesitaba de jugadores profesionales y entrenamientos exigentes.

Los juegos de pelota de rituales ocurrían en los cambios de era. Durante éstos se hacía una petición a los Dioses para mantener el equilibrio y el sustento de la comunidad. Después de la petición, ofrendaban su sangre -porque es lo más sagrado que tiene un hombre- a los cuatro vientos.

El por qué de las cosas

Los totonacas fueron una civilización pacífica que utilizaba los recursos naturales y la arquitectura para expresar sus principales valores: la organización, la seguridad, el conocimiento y la identidad.

Fotos: Wikipedia

Además de las 17 canchas, la popular Pirámide de los Nichos es la que destaca entre las demás edificaciones. Seis cuerpos escalonados de 18 metros de altura y 365 nichos que se relacionan con el ciclo anual del Sol no sólo fueron el principal punto de reunión y adoración de los Dioses; sino que ahora son el principal atractivo de El Tajín.

La magia de esta pirámide ocurre cada que un ciclo del Sol comienza en marzo. El Sol desciende de la pirámide iluminándola, mientras todo lo que se encuentra a su alrededor permanece en la oscuridad.

El tipo de arquitectura y sus esculturas, representan la dualidad. Por ejemplo, la construcción del talud-tablero con un nicho central y una cornisa, pero también las grecas en forma de caracol talladas en la pirámide que retratan al movimiento como un símbolo de equilibrio y armonía entre el hombre y la naturaleza.

Fotos: Mark Powell

Otra representación de la dualidad como parte de la identidad de los totonacas, son los Dioses: por un lado a Quezalcoatl como el Dios del trueno y por el otro a Tlaloc como el Dios de la lluvia, éstos señalan el equilibrio entre el universo y la vida en la Tierra.

Los totonacas se manejaban bajo la convivencia con orden y respeto, no debían cazar un animal si no era para comerlo y tampoco podían talar un árbol si no se le daría un uso.

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