Tan pronto como la temperatura empieza a subir en Ciudad de México, también lo hacen las ganas de unas vacaciones. La urgencia parecería coordinarse porque da inicio una peregrinación colectiva hacia otros destinos. Esto provoca una ventaja no calculada para quien se queda: las calles se vacían y se convierte en el mejor momento para conocer la ciudad, sin el estrés o el caos habitual.
Una staycation ofrece la extraordinaria posibilidad de comportarse como viajero sin salir de casa. Entre el equipo de Travesías armamos este compilado con nuestros lugares favoritos para recorrer los caminos familiares con la misma curiosidad que en un destino ajeno, dejarse consentir por ofertas de hospitalidad locales, ir a comer rico y, si queda algo de tiempo, tener una pequeña aventura en la naturaleza cercana.
¿Dónde comer? Nuevos espacios para el antojo
Por Mary Gaby Hubard, directora editorial

No puedo decir a ciencia cierta cuántos restaurantes, cafés (de especialidad, por supuesto), bares (de vinos y coctelería de autor) y negocios comestibles abren cada fin de semana en Ciudad de México. A veces me resulta abrumador. Y en un esfuerzo por mantenerme vigente, de pronto termino en lugares donde la comida no me enloquece y regreso a casa con una sensación de decepción. Tal vez sea por eso que, una vez que descubro un lugar que me gusta de verdad, vuelvo una y otra vez.
Esta es mi lista de los lugares que han abierto los últimos meses, los cuales puede que conozcan (o aún no) y a los que no me cansaría de volver. La hice pensando precisamente en un fin de semana de staycation, cuando uno intenta desayunar, comer y cenar fuera, y tal vez incluso pasar por un snack entre una reserva y la siguiente. Están cerca unos de otros y a lo largo de un recorrido que con bastante tiempo se podría hacer caminando o, con un poco más de prisa, en bici, pero intentando evitar los coches y el tráfico.
Desayuno: Félix Parque México
La misma hospitalidad y buena onda que caracteriza a Miwi y su equipo en el Félix sobre Álvaro Obregón, que ya conocemos y queremos tanto, está ahora en Parque México, con un menú que además de pizzas por la tarde incluye desayunos por la mañana.
Aquí hay de dos: o se sientan y piden unos buenos chilaquiles y huevos egipcios, con vista al parque y viendo a la gente pasar, o se asoman a su vitrina, compran una cantidad importante de tramezzinos, un café y pan dulce, se sientan en alguna de las bancas del parque… o se llevan todo de regreso a su cama. Bonus: tienen un helado soft serve que va cambiando de sabor y que este verano les va a caer de maravilla.
Av. México 99, Condesa
Snack: Myka
Sensación en redes sociales. Con su primera apertura en Madrid, una sucursal en Polanco y en poco tiempo en la Condesa también, estos helados de yogurt son los culpables de que decenas de personas hagan fila en la calle de Temístocles para elegir entre sus toppings, que van desde aceite de oliva hasta salsa de tahini con caramelo. Y aunque no soy para nada una adepta de hacer largas filas, he encontrado la manera de visitarlos cuando la fila es más o menos decente. Aquí, la idea es elegir un helado base, que puede ser de yogurt natural o del sabor de temporada, y agregarle toppings a tu gusto. El helado tiene el balance perfecto entre lo cremoso y la acidez, y sobra decir que es el remedio perfecto para estos días de calor.
Temístocles 33, Polanco

Comida: Masala y Maíz
Norma Listman y Saqib Keval estrenan también espacio, pero conservan la calidad en su propuesta de hospitalidad y menú. Las samosas de suadero, el pollo kuku poussin y el pastel de chai con tres leches siguen ahí. La carta de vinos naturales también, pero ahora la acompañan con una serie de cocteles que vale la pena probar. Todo esto ahora en la calle Artículo 123, en la colonia Centro. Esta nueva casa es más grande, con un estilo brutalista, techos altos, una barra de cocina abierta y creada en colaboración con Naso. Las comidas en el nuevo Masala y Maíz se sienten más frescas e iluminadas, pero siguen cargadas de sabor.
Artículo 123 núm. 116, Centro
Cena: GIA
Con Fabiola Escobosa como chef e Isabela Freydell como directora de operaciones, GIA ha escalado rápidamente en mi top de favoritos. La comida de Fabiola, igual que en CANA, su primer restaurante, está hecha para disfrutar sin darle muchas vueltas: ensaladas frescas, entradas como encurtidos con crème fraiche y ricotta con anchoas, que logran un buen balance entre ácidos, salados y cremosos, y para el siguiente tiempo, pastas frescas en su punto de cocción y sazón.Como la joya de la corona: pizzas recién salidas del horno que cada día saben mejor. Los vinos, a cargo de Isabela, son también un gran acierto. Italianos, estadounidenses y mexicanos de baja intervención, y siempre con una historia que ella conoce personalmente y que te cuenta mientras te lleva las opciones a la mesa. No me han decepcionado ni una vez sus recomendaciones. De postre: banana split sí o sí.
Aguascalientes 237, Hipódromo
¿Cómo relajarse?: Escapar por 90 minutos
Por Paulina Espinosa, redactora
Me encanta encontrar lugares en medio del caos y donde puedo darme un break del tráfico y ritmo acelerado al que me he acostumbrado. Visitar spas es una de mis prácticas favoritas para regresar a mí y, por poco más o menos de una hora, desconectarme por completo de todo y procurar restaurar mi cuerpo con las diferentes propuestas que tiene este tipo de servicios alrededor de la ciudad. Desde descontracturar músculos hasta entrar en un estado meditativo, estos se han convertido en mis favoritos más allá de un simple masaje, gracias a sus propuestas.
Hela Spa, Santa Fe y Polanco
Si hay que elegir unas buenas camas para disfrutar un masaje durante 60 minutos, diría que Hela Spa se lleva el primer lugar: puedes ponerla a la temperatura que desees y ajustarla según la posición de tu cuerpo que más te acomode. Mi masaje favorito es el relajante, porque se logra una presión perfecta, entre suave y fuerte, para deshacer los nudos que se crean por el estrés. Su selección de tés es una gran manera de cerrar este ritual de relajación.

Heavenly Spa by Westin
Para serles honesta, este spa sólo lo he visitado acompañada de amigas y ha sido el lugar perfecto para festejar despedidas de soltera. Caracterizado por su estilo minimalista así como revitalizante, sus tratamientos son perfectos para relajar tanto el cuerpo como el alma. Mi parte favorita es que puedes hacer paquetes que incluyen masajes relajantes, un circuito de hidroterapia y un pequeño brunch posterior al masaje, y tomar el sol en la terraza de Santa Fe hace la experiencia aún más especial.
Live Aqua Urban Resort Spa
Si quieres algo personalizado, este es tu lugar. Desde que llegas te hacen llenar una hoja de especificaciones para saber desde la presión con la que se llevará a cabo tu masaje y los puntos que enfoque hasta el olor del aceite que te gustaría que te aplicaran. Una vez que entras, eres libre de usar su circuito de vapor y sauna, o disfrutar alguna bebida. El masaje tiene una duración de 60 minutos y algo especial que ofrecen es que te ponen un antifaz de semillas calientes en los ojos, lo que ayuda aún más a entrar en un estado de relajación.
Remède Spa
Visitar Remède es sinónimo de que siempre todo va a estar bien. Ubicado en el corazón de Ciudad de México, este santuario de relajación te hará no querer regresar a la realidad. Más allá de sus tratamientos, disfrutar la alberca con la vista de todo Reforma es una experiencia que querrás tener a diario.
¿Dónde pasear? Gozar la ciudad sin caos
Por Jorge Hernández, estratega digital
Fue en mis primeros viajes cuando descubrí que mi hábitat natural son las “temporadas bajas”. Primero, los costos de vuelos, hospedajes y tours son más accesibles. Y segundo, puedes tomar fotos más bonitas y olvidarte de pedirle a tu amigo experto en Photoshop (o inteligencia artificial) que te borre a las personas que estorban en tu toma. Pero lo más importante es que puedes conocer la cara más auténtica de tu destino. Y justo eso pasa con Ciudad de México en el verano: se convierte en un paraíso, donde el tráfico disminuye, el clima te invita a salir, explorar y conocer otra cara de una ciudad que la mayor parte del año es un caos.
Kayak en Xochimilco
Cada vez que alguien me dice “Vamos a Xochimilco”, lo primero que pienso es “Vámonos de fiesta”, y es que estamos acostumbrados a creer que una visita a este lugar deriva en una resaca espectacular, pero qué pasaría si te digo que, además de una fiesta en una trajinera, también puedes recorrer sus canales en kayak. La zona ecológica de Cuemanco permite remar en aguas tranquilas, rodeado de naturaleza y lejos del bullicio de los embarcaderos más turísticos. Puedes salir temprano para ver el amanecer entre los canales o hacer un recorrido guiado con el que conocerás más sobre la flora y fauna de la región.
Cine al aire libre

Hace no mucho me enteré de que México es uno de los países que más va al cine (o sea, ya sabía que nos encanta, pero no que estábamos en el top tres mundial), y es que gracias a esta cultura cinematográfica han nacido diferentes formas de disfrutarlo, por ejemplo, el cine al aire libre. Puedes gozar de esta experiencia en lugares como la Cineteca Nacional, el Huerto Roma Verde o la Casa del Lago, donde proyectan películas clásicas, independientes y estrenos en un ambiente relajado. Con una cobija, algunas botanas y un poco de repelente…, para que la botana no seas tú.
Tours en bici
¿Te acuerdas de esas películas en las que había un grupo de niños que siempre iba en bici a todos lados? Bueno, pues si creciste en Ciudad de México, seguro te quedaste con las ganas de hacerlo porque el tráfico siempre fue un impedimento. El verano nos regala calles despejadas, lo que convierte la ciudad en un paraíso para los amantes de las dos ruedas. Reforma, el Centro Histórico y la Condesa se pueden explorar en tours guiados, que van desde recorridos históricos hasta paseos nocturnos con paradas en cantinas y diferentes lugares de interés histórico.
Paseos por la UNAM vacía
“Jamás iré a la escuela en verano”, eso fue lo que dije cuando era niño y me mantuve firme en ello durante muchos años, hasta que descubrí que no hay lugar más tranquilo, pacífico y abandonado en el verano que una escuela, y ese es el pretexto perfecto para visitar la UNAM, pues, cuando se vacía, su campus se vuelve un oasis dentro de la ciudad. Es el momento perfecto para caminar entre sus murales sin prisa, visitar el muac sin largas filas o simplemente sentarse en Las Islas a leer y disfrutar el silencio. Además puedes recorrer su Reserva Ecológica, donde encontrarás senderos rodeados de naturaleza que contrastan con la arquitectura modernista de Ciudad Universitaria.

Cuatro escapadas exprés cerca de la ciudad
Por Iker Jáuregui, coordinador editorial
La idea del staycation no me convence del todo. Pertenezco al grupo de quienes simplemente no pueden conformarse quedándose en la ciudad durante todo el verano. ¿Cómo no aprovechar el buen clima para salir? Aunque sea por unos días, en una escapada exprés. Por eso, también había que incluir estos planes cercanos a Ciudad de México y armar la huida ante la primera posibilidad. Consideramos sobre todo lugares donde la naturaleza predomina, para que la desconexión sea total y en verdad puedas descansar.
Amatlán
Puede que ya hayas escuchado el nombre, quizá por la calle en la Condesa o tal vez por las señalizaciones de camino a Tepoztlán, pero, en realidad, no muchos viajeros se toman el tiempo para darse la vuelta por este pueblo morelense. Eso no quiere decir que no valga la pena y que, además, no sea perfecto para el verano. Justamente en esta temporada, cuando llueve en el centro del país, el agua desciende de la sierra del Chichinautzin y llena las pozas de Amatlán. Es posible nadar ahí después de un hike por alguna de las rutas que suben al Tepozteco. El viaje es de menos de una hora desde la ciudad, pero también puedes aprovechar y pasar a comer en Parcela o quedarte a dormir en Tepoztlán, donde Amomoxtli y el Hostal de la Luz son buenas opciones.
Rancho Tehuán
Esta reserva natural de 40 hectáreas, justo en la frontera entre Morelos y el Estado de México, integra tres ecosistemas (meseta, laderas y río) en un mismo sitio, con una diversidad de flora y fauna que no se encuentra fácilmente en otro lugar. Esta riqueza natural además ofrece una tierra fértil que el equipo del rancho aprovecha para crear experiencias gastronómicas con chefs invitados casi todos los fines de semana del mes. Si ya vas a hacer el viaje hasta allá, lo mejor es quedarse en alguno de sus refugios diseñados pensando en la sostenibilidad y comodidad, para que despiertes en medio de la naturaleza.

Tecolutla
El verano es tiempo de playa, aunque la costa quede considerablemente lejos de Ciudad de México. Si encuentras algo de tiempo, quizá puedas alcanzar las playas de Veracruz para un escape rápido. En Tecolutla, la playa se extiende por una franja que mide más de 40 kilómetros de largo, además de estar rodeada por manglares y esteros que pueden conocerse en un paseo en lancha. Cerca de ahí también hay otras paradas que valen la pena, como la zona arqueológica de Tajín y el pueblo de Papantla.
Expedición al Nevado con Voortus
Este plan es ideal para quienes sólo quieren salir del caos de la ciudad por un día para sumergirse en la naturaleza. Es probable que ya conozcas el Nevado de Toluca en su versión invernal, cuando la posibilidad de la nieve atrae a muchos caminantes hasta su cráter. Pero el recorrido con Voortus justamente propone una mirada diferente del volcán, en una temporada distinta, caminando desde los bosques que lo rodean, parando en miradores para contemplar el valle de Toluca y concluyendo con un pícnic. No hablamos de un hike común y corriente, sino de un plan que junta naturaleza, gastronomía y bienestar. La experiencia dura aproximadamente 13 horas. Desde luego, pasa por las lagunas del cráter, pero también por senderos alejados de las rutas comunes y abre espacios para meditaciones en medio del bosque.