Fue tal vez en el porfiriato cuando México –en especial la capital– desarrolló, a gran escala, su admiración por Francia. Desde construcciones parisinas y tiendas departamentales con la arquitectura y el garigoleado franco, hasta restaurantes en donde, entonces, el menú se apreciaba sólo en francés (por aquello del “buen gusto”). Se cuenta que por esos tiempos era “mejor visto” hablar la lengua romance que inglés.
La mayor pastelería francesa del porfiriato en la Ciudad de México fue la Dulcería Francesa, en lo que hoy es la Isabel la Católica en el Centro Histórico.
Gusto francés
En cuanto a la comida, hoy en día es mucho más sencillo tener un auténtico queso parisino en la mesa, mantequilla pura y echalotes dulces. En el siglo pasado no era tan fácil, de ahí que la cocina francesa, aunque bien intencionada, se encontraba con ciertas limitantes. Actualmente, tenemos salchichones, patés, embutidos y un sinfín de productos que transportan a cualquiera a Francia.
Esta gastronomía se compone, principalmente, de lácteos, pimienta, vino y vinagre; fondos de pollo, res o cerdo; salsas y sopas. Otro detalle muy francés, es el uso del perejil, que se le pone a casi todo y hasta tiene uso decorativo. Las papas, aunque de Perú, son un básico en estas cocinas; tanto así, que a las papas fritas les llamamos “papas a la francesa”.
Sin más, les compartimos una exquisita lista de restaurantes para comer como si estuvieran en la Ciudad de la Luz.
Au Pied de Cochon
Es considerado, por muchos, el mejor lugar de comida francesa. Su fuerte es la carta de mariscos, así que lo normal es empezar con un par de almejas chocolatas, camarones gigantes o patas de cangrejo. De las especialidades destaca la pata de cerdo horneada y el lechón confitado con foie gras. Entre los postres se ofrece una variedad de quesos franceses, crème brûlée y, por supuesto, crepas flameadas.
Dónde: Campos Eliseos #218, Polanco.
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Foto: Ana Hop
Bistrot Arlequín
Podríamos decir que es una suerte de fonda en donde se puede comer con sazón casero y a precio amable. El ambiente suele ser íntimo y hasta reconfortante; creemos que es por los aromas abundantes a mantequilla. Del menú, recomendamos la sopa de pescado, su famosa tarta de jitomate con queso de cabra gratinada al horno y el estofado de ternera con champiñones. Ojo, no se dejen llevar por la pinta del lugar, la cocina es generosa y realmente deliciosa.
Dónde: Río Nilo 42, Cuauhtémoc.
Sitio web
Foto: Ana Hop
Patisserie Dominique
Pensar en París es pensar en pan, mucho pan. Salado, dulce, con mantequilla o mermeladas. Y Patisserie Dominique es ese pedacito azucarado de la Ciudad de la Luz. Aunque sirven buenos desayunos –como sus huevos a la cazuela–, su lado fuerte se encuentra en las hogazas y los panecillos, entre ellos el croissant y el pain au chocolat, que presume un hojaldre perfecto y crujiente. También hay pastelillos, tartas y un muy buen pastel de manzana.
Dónde: Chiapas 157, Roma Norte.
Foto: Ana Hop
Maison de Famille
Además de la sopa de cebolla gratinada, que es una exquisitez, hay que pedir los escargots, las manitas de cerdo, el foie gras o los rolletes hechos en casa. Las croquetas de manchego español son perfectas como entrada y los calamares con sal y pimienta se pueden compartir entre dos personas. La pesca del día siempre cumple y de las pastas, la fresca con morillas es envidiable. En cuanto a lo dulce, el mousse de chocolate o crème brûlée al cardamomo siempre serán una buena opción.
Dónde: Colima 152, Roma Norte.
Sitio web
Ana Hop
L’Épicerie Française
Si acaso buscan completar su alacena con productos franceses, la opción es L’Épicerie Française, tienda en línea que cuenta con servicio a domicilio. La oferta es amplia y va desde comestibles hasta productos de belleza como cremas, acondicionadores y jabones; así como bizcochos, chocolates, mermeladas, embutidos, quesos, mariscos, pato ahumado y foie gras añejado en París.
Dónde: Homero 820, Polanco.
Sitio web
L’ Épicerie Française
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Esta lista de restaurantes forma parte del libro ‘Ciudad de México: Capital Gastronómica’. Pueden adquirirlo aquí.
Foto de portada: Ana Hop
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