Si vas a buscar en Lodi la oferta de un café italiano tu entusiasmo no se verá decepcionado. Este lugar en Midtown, proyecto hermano de Estela y Altro Paradiso, del chef Ignacio Mattos, es donde quieres estar temprano por la mañana para tener en tus manos un buen café y un buen pan. Y por buen pan estoy hablando en serio. En particular de dos ejemplares del menú. Del ciocolatto: un croissant relleno de chocolate amargo. Que no es cualquier croissant, sino uno espectacular: una barra de pan, confeccionada con un hojaldrado ultra delgado, con una capa dorada y crujiente que se deshace apenas morderlo. El otro es el bombolone, todo lo que esperarías de una berlinesa, suave, esponjosa y rellena de una mermelada de zarzamora con un toque de acidez que, si me preguntan, es indispensable para conservar el interés después de la primera mordida en este tipo de panes.

Foto: Instagram Lodi

Con la barra puesta a este nivel hay cosas en Lodi que caen en su lugar y otras que no. De las que sí: los panes salados —como la focaccia, al centro de cada mesa, para probar el aceite picante de oliva—; el trío de crostinis, servidos uno con paté de hígado —un favorito absoluto: terso, potente, con la textura de un mousse, con un par de granos de sal—, otro de bacalao y uno más con un pesto por el que vale la pena escribir a casa. De las que no: la caponata, una mezcla de berenjena, piñones e hinojo que se pierde en los excesos del ajo y el vitello tonato. Yo fui un domingo demasiado ventoso como para disfrutar las mesas de la terraza, así que recomiendo las mesas interiores o la barra dentro del café, donde hay rincones y montajes que podrían aparecer en una escena de Dowtown Abbey.

Posdata: por el momento una prueba de vacunación es indispensable, como en la mayoría de restaurantes de NY, para acceder al lugar.

1 Rockefeller Plaza, NY
lodinyc.com
@lodinyc

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