Sucedió lo inevitable: el Museo del Louvre cierra sus puertas por una huelga
Este 15 de diciembre los trabajadores del Louvre acordaron un paro indefinido en sus labores, reclamando una mejora urgente en las condiciones generales del museo.
POR: Iker Jáuregui
Por fin ha sucedido lo inevitable: el museo más visitado del planeta por fin se detiene, después de meses en los que su situación se anunciaba como insostenible. Este 15 de diciembre, los trabajadores del Museo del Louvre de París han votado por unanimidad una huelga indefinida que ha dejado las puertas cerradas a miles de visitantes y ha encendido un debate profundo sobre el futuro de este icónico espacio cultural.
La protesta no nace de un día para otro. Es la erupción visible de un malestar que lleva tiempo gestándose entre quienes mantienen las salas, aseguran las colecciones y reciben a diario a unas 30,000 personas de todas partes del mundo. Los sindicatos de trabajadores denunciaron en una carta a la ministra de Cultura que las condiciones laborales, la falta de personal y los recursos insuficientes han convertido trabajar en el Louvre en una tarea francamente insostenible.
Crónica de un paro anunciado
La historia reciente del museo está salpicada de incidentes que han ido minando tanto la confianza de los empleados como la reputación del propio Louvre. El más sonado fue un robo espectacular en octubre: ladrones entraron en plena mañana y, en menos de ocho minutos, se llevaron joyas históricas de la Corona francesa valoradas en decenas de millones de euros. La investigación administrativa reveló fallos graves en el sistema de seguridad, como la ausencia de pantallas de vigilancia en tiempo real que podrían haber permitido una respuesta más rápida.
Pero no fue el único problema. En noviembre, una fuga de agua dañó cientos de documentos de la biblioteca de antigüedades egipcias y algunos espacios tuvieron que cerrarse por riesgos estructurales detectados en las vigas del edificio, un palacio real convertido en museo que ya muestra el peso de los siglos sin el mantenimiento adecuado.
El show que debe seguir
A pesar de estos desafíos, la dirección del Louvre y el gobierno francés han impulsado proyectos ambiciosos, como la creación de una nueva sala para la Mona Lisa, además de una entrada adicional para aliviar la saturación de visitantes. Pero, para muchos trabajadores esas iniciativas parecen mal encaminadas cuando las condiciones básicas de seguridad, personal y preservación están en riesgo.
En la entrada principal, bajo la famosa pirámide de cristal, las banderas de los sindicatos se mezclan con las miradas desconcertadas de turistas que llegaron con entradas en mano y se encontraron con un cierre inesperado. Los trabajadores no sólo denuncian las malas condiciones laborales y el estado del museo, si no que también han levantado la voz sobre lo que consideran es un aumento abusivo del precio de las entradas, que serán 45% más costosas para los visitantes de fuera de la Unión Europea a partir de enero.
Aunque esta es la continuación de una primera jornada de huelgas que había sucedido en junio de este año, todo parece indicar que este paro tendrá aún más fuerza. En aquel primer episodio, la huelga se disolvió en horas, pero en esta ocasión prometen una extensión indefinida, motivada por una situación que ha trascendido al propio círculo interno del Museo del Louvre y se ha hecho evidente para todo el mundo.
Especiales del mundo
Travesías Recomienda
También podría interesarte.