El estudio de un artista es ese espacio en el que impregna sus pasiones, donde se refugia por horas, días, meses y años para conceptualizar y darle fin a una propuesta artística; el sitio que lo acoge por largas temporadas y donde se siente cómodo y en calma para crear. Por eso, el recién inaugurado Instituto Giacometti, en París, trabajó arduamente en la réplica exacta del estudio de Alberto Giacometti, sitio al que se le ha considerado una extensión del artista.
El espacio exhibe algunas piezas, en yeso y arcilla, que nunca se habían mostrado, sus herramientas de trabajo, muebles, bancos, lugares de reposo, así como algunos cuantos murales que su viuda, Annette Giacometti, conservó a través del tiempo.
50 años después de la muerte de Giacometti, este invaluable legado es revelado por primera vez al público, con 350 esculturas, 90 pinturas y más de 2000 dibujos y objetos de arte decorativo que pertenecieron a Giacometti.
Ubicado en la Rue Schoelcher, en el barrio de Montparnasse, en lo que fuera la mansión privada del también famoso diseñador Paul Follot, el ahora Instituto Giacometti mostrará la colección más grande en relación a Giacometti, artista suizo que sorprendió al mundo entero.
Por otro lado, la casa que contiene al Instituto Giacometti, de estilo art nouveau con pequeñas intervenciones de la corriente minimalista, es todo un documento de los formatos arquitectónicos que se han creado en la “Ciudad Luz”, y un aspecto importante de la visita.
Encabezando el proyecto está Catherine Grenier, una curadora e historiadora que dirigió el Centro Pompidou, reconocida por sus propuestas conceptuales sobre arte contemporáneo. Con su visión, las diferentes exposiciones en torno a Giacometti abarcarán aspectos particulares relacionados con su trayectoria, así como su relación con artistas y escritores de su generación y la influencia que tuvo en las subsecuentes.
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