¿Cómo conocer Buenos Aires desde casa? (Libros, dibujantes y laberintos sin salida)

Diez básicos que hay que tener en el radar para adentrarse en la ciudad que se niega a las medias tintas.

18 Apr 2020

Una ciudad apasionada a la que no le gustan las medias tintas: en Buenos Aires lo mismo se deja el alma en un proyecto editorial independiente que en un encuentro de River contra Boca. La vida —ruidosa y fiestera, apresurada y noctámbula— ocurre alrededor de las mesas de café con medialunas, en el asado de media tarde y el mate, en el Subte atestado donde los porteños se toman el tiempo para aplaudirle al músico de la estación en turno.

Ése es el Buenos Aires que extrañamos y que ahora mismo, igual que el mundo entero, está en pausa. Ése es el Buenos Aires al que un día regresaremos. Mientras tanto, sin salir de casa, podemos visitar esta ciudad con la selección que presentamos a continuación.

Una obra arquitectónica

Palacio Barolo

Construido por el arquitecto Mario Palanti en 1923, el Palacio Barolo es un edificio que, en ascenso por sus 100 plantas, narra el camino de Dante y Virgilio —del infierno al cielo— en la Divina Comedia. Un dato extra: el Barolo tiene un gemelo (no idéntico, pero casi) en la ciudad de Montevideo, el Palacio Salvo.

Se puede encontrar más información sobre la simbología y referencias a la obra en el sitio web.

Foto: cortesía Palacio Barolo.

Un museo

MALBA

El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) es uno de los espacios más estimulantes de la ciudad, con un acervo de unas 400 obras, entre las que se encuentran pinturas de artistas fundamentales del país, como Pettoruti o Berni, pero también de otras latitudes de América Latina, con todo lo que cabe entre Diego Rivera y Francis Alÿs.

Durante esta cuarentena, el MALBA ha diseñado todo un programa de encuentros y actividades online que se pueden consultar aquí.

Foto: cortesía MALBA.

Una película

Relatos Salvajes

Una colección de seis historias limítrofes —entre la civilización y la barbarie— que se estrenó en 2014 y que, en su momento, se hizo acreedora a un puñado de nominaciones y galardones. No todos los relatos ocurren en la ciudad de Buenos Aires, pero el conjunto de narraciones captura el característico humor negro argentino, medio cáustico, medio encantador.

La pueden ver acá.

Un platillo

Fugazzeta

Si no estuviéramos en cuarentena, y si además existiera la teletransportación, en este momento podríamos estar todos en Pin Pun, sobre avenida Corrientes, comiendo una fugazzeta, pizza rellena de invención porteña. Ya que las condiciones no están dadas, el plan en este caso es intentar una masa para pizza y rellenarla con cebolla y queso mozzarella.

Encontramos esta receta que hace que todo parezca sencillo.

Una bebida

Fernet

El Fernet tiene un sabor que de inmediato remite a Buenos Aires. Una bebida popular, de todos los días, que sabe a hierbas, frutas, cortezas y raíces, entra en el espectro de gustos adquiridos. Esperen al 29 de cualquier mes, para celebrar la tradición de los Gnocchis, un rito de prosperidad que combina perfecto con un vaso de Fernet con Coca.

Foto: Diego Berruecos.

Un souvenir

Cualquier cosa de Facón

Para una selección supercuidadosa de artesanías de las 23 provincias argentinas, el favorito es Facón, una tienda hermosa en la que es fácil perderse por un largo rato.

Visita su sitio web, que logra (casi) el mismo efecto y además ofrece envíos al mundo entero.

Foto: cortesía Facón.

Un parque

Reserva Ecológica Costanera Sur

Buenos Aires es una ciudad muy verde, llena de espacios que parecieran hechos para vivir de pícnic. La Reserva Ecológica Costanera Sur no tiene competencia para hacer largas caminatas, identificar la flora local y ver muchas especies diferentes de aves en libertad, tortugas, carpinchos y hasta lagartos overos. Para terminar, nada como un poco de yerba mate frente al río o un choripán a la salida.

Sírvanse un mate en casa y recorran toda la información —fotos, textos, videos— que hay en su sitio web sobre la biodiversidad de la región.

Foto: Estrella Herrera.

Un artista

Enrique Breccia

Aunque no queremos dejar de lado a los artistas plásticos más reconocidos de Argentina, lo cierto es que el país ha tenido un desarrollo increíble en el campo de la historieta, desde Francisco Solano López hasta maestros como Alberto Breccia, autor de Mort Cinder. El hijo de este último, Enrique Breccia, también es dibujante e ilustró, por ejemplo, una edición muy bonita de El corazón de las tinieblas.

Pueden pedirlo acá.

Reunión, Julio Cortázar. Ilustraciones de Enrique Breccia.

Un dato curioso

El laberinto sin salida

Leyenda urbana o extraña realidad: se dice que el barrio Parque Chas es un laberinto sin salida. Su complejo trazado de calles circulares, cerradas impredecibles y giros contraintuitivos hace que cualquier paseo termine en un lugar insospechado.

No podemos ir a comprobarlo ahora mismo, pero podemos hacer el ejercicio en Google Maps.

Un libro

El nervio óptico, María Gainza

Una novela hecha de relatos, o una serie de relatos que pueden leerse como una novela, o quizá un conjunto de ensayos. En cualquier caso, es una obra elegante, cargada de nostalgia, belleza y amor al arte. Cada relato —o capítulo— explora alguna de las obras de pintores, argentinos y extranjeros, que forman parte del acervo del Museo Nacional de Bellas Artes.

Aquí está la colección digital del museo, y acá se puede comprar el libro para Kindle (todo para ir, sin ir).

Foto: Anagrama.

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Foto de portada: Diego Berruecos.

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