Hace tiempo que le perdimos el miedo a viajar solos. Más que una tendencia, el solo travel se ha convertido en una parte fundamental de la industria de los viajes. Ha dejado de ser algo limitado a viajeros jóvenes o destinos específicos. Es una alternativa que sigue creciendo y, mientras lo hace, se diversifica.
El solo travel fue una de las tantas formas en que el mundo de los viajes cambió tras la pandemia. Libres del aislamiento, muchos se precipitaron a emprender sus propias travesías, algunos sin siquiera importar si llevaban compañía. Lo que encontraron fue un modo de viaje ideal para quienes querían ir a su ritmo y según sus términos. También, una experiencia mucho más contemplativa o incluso espiritual. Desde luego no venía sin sus propios problemas, pero en general sirvió para desmitificar una forma de viajar que quizá antes se reservaba solamente para aventureros.
Hoy, el perfil del viajero solitario es más diverso que nunca. De acuerdo con estadísticas de Virtuoso, la red global de asesores de viaje y experiencias de lujo, quienes más están viajando sin compañía son mujeres, y por mucho, pues representan 71% de esta tendencia. Aunque es una práctica especialmente común entre las generaciones millennial y Z, también empieza a haber ciertas variaciones de acuerdo con la edad. De manera quizá algo sorprendente, el segmento que más ha crecido dentro del solo travel es el de las mujeres de más de 50 años.
Según estudios de abta, la principal asociación británica de agencias de viaje, las reservas solitarias actualmente representan 18% del mercado global, una cifra que se ha duplicado en los últimos dos años y que no muestra indicios de desaceleración en el futuro cercano, pues al menos la mitad de los viajeros que ya lo han experimentado afirma que planea volverlo a hacer pronto.
Los beneficios son muy lógicos. En un viaje de este tipo no es necesario adaptarse a itinerarios, pues ofrece mucha más flexibilidad para moverse y decidir en libertad. Paradójicamente, el solo travel también es una oportunidad para conocer a nuevas personas, uno de los principales motivos por el que los viajeros escogen esta alternativa.
Por otro lado, las mayores preocupaciones de los viajeros solitarios suelen estar relacionadas con la seguridad. Sin embargo, entre una mejor conectividad, opciones personalizadas y grandes grupos de viajeros solitarios, la percepción y las certezas han ido mejorando. Lo que a pesar del tiempo y el aumento de la popularidad simplemente no se ha resuelto es el alto costo de viajar solo, que aún es significativamente más caro que hacerlo un grupo, sin embargo, algunos sectores de la industria se han agilizado para atraer este segmento, eliminando suplementos y creando ofertas o experiencias de hospedaje específicas para este tipo de viajes.
Entre los destinos más populares para viajar solo parece haber cierto consenso. La mayoría de estos viajeros se inclina por lugares de playa, como el sudeste asiático, Australia o el Mediterráneo, pero
con la diversificación de su perfil también empiezan a surgir nuevos itinerarios, enfocados en cultura e historia, como Japón, Egipto o Jordania.
