Encontraron un lingote de oro que se perdió en la Noche Triste (mientras Cortés lloraba en el ahuehuete)

Lo que era una sospecha desde hace más de 30 años, por fin se comprobó científicamente.

22 Aug 2020

En 1981 un obrero llamado Francisco Bautista encontró un lingote de oro. Lo vislumbró mientras excavaba, a casi cinco metros de profundidad, durante la construcción de la Banca Central, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Lo entregó a los arqueólogos del INAH, sin saber que acababa de encontrar un tejo dorado que había estado hundido en el subsuelo capitalino desde el 30 de junio de 1520: el día de la Noche Triste.

Análisis de un lingote de oro centenario

En un inicio, la procedencia de la pieza, que pesa poco menos de dos kilos y se exhibe en el Museo Nacional de Antropología, era incierta. Aunque varias hipótesis sostenían que fue uno de los vestigios de aquella derrota histórica de Hernán Cortés esto no estaba comprobado, hasta ahora.

Recientemente, el arqueólogo y director del Proyecto del Templo Mayor, Leonardo López Luján, explicó que con el apoyo del Instituto de Física de la UNAM se realizaron 23 lecturas de fluorescencia de rayos X sobre el lingote, las cuales miden la composición química del material. Los resultados fueron alentadores: tres cuartas partes son de oro, un 21% es plata y el resto de cobre. Esto nos indica que los españoles querían huir de la ciudad con la mayor riqueza posible, entonces cuando lo vieron todo perdido fundieron en una barra todos los metales que encontraron en las ofrendas y los ornamentos prehispánicos.

oro templo mayor inah

Así lo indican los apuntes del cronista Bernal Díaz del Castillo, quien aclaró en la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España que las piezas de oro tenían la anchura de tres dedos (medida que coincide con los 5.4 cm del lingote en cuestión), y que se fabricaron entre 1519 y 1520 en Azcapotzalco, en lo que posteriormente se conoció como Casas Viejas de Axayácatl.

noche triste

Bernal Díaz del Castillo. Foto: INAH

La Noche Triste y cientos de lingotes desperdigados

El 30 de junio de 1520 las tropas de Cortés partieron de Tenochtitlán vía Tacuba. Cayó la noche y se soltó la lluvia. Los conquistadores fueron emboscados por los locales. Murieron muchos soldados y caballos; algunos por heridas de batallas otros por caer en el lago y hundirse por el peso de sus armaduras y de los cargamentos de oro que portaban, de ahí que el lingote quedara suspendido en el fango de los canales aztecas y en el tiempo. Momentos más tarde, Hernán Cortés se refugiaría bajo un ahuehuete a lamentar su derrota.

Otra prueba de que la pieza dorada es producto de la Conquista se puede ver en el Códice Florentino, en cuyas páginas se estipula que, después de la Noche Triste, los mexicas acudieron al lugar de los hechos para recuperar los objetos saqueados. En uno de sus dibujos se aprecia a un personaje azteca sosteniendo una espada con la mano derecha y una barra de oro en la izquierda. Existe la probabilidad de que en esa ocasión no se rescataran todas las piezas y que alguna tuviera que esperar 461 años para ser extraída de la tierra.

oro mexico

Tragmento del Códice Florentino. Foto: Edith Camacho/INAH

¿Te gustó esta nota? Suscríbete a nuestro newsletter aquí para tener acceso a todo el contenido de Travesías.

Foto de portada: archivo MNA-INAH-CANNON

***

También te recomendamos:
Encuentran en Templo Mayor una ofrenda con aves y mucho oro
Pronto será posible caminar por Tenochtitlán, tal como lo hicieron los aztecas
La asombrosa casa del siglo XVI que descubrieron en el Centro Histórico

next