Viajar con escalas puede ser una pesadilla o una maravilla, todo depende del aeropuerto donde te toque conectar. Por eso cada año OAG publica su ranking Megahubs, que analiza qué aeropuertos del mundo ofrecen las mejores y más eficientes conexiones.
Lo que mide este ranking es cuántas posibles conexiones se pueden hacer en un aeropuerto durante una ventana de seis horas en su día más ocupado del año. Es decir, cuántas combinaciones reales tiene un pasajero para brincar de un vuelo a otro sin perder tiempo. Con eso, algunos aeropuertos sorprenden: no siempre ganan los más grandes, sino los que están mejor diseñados para coordinar horarios.

El número uno de este año es Londres-Heathrow (LHR), que ofrece más de 59 mil conexiones posibles y una red que llega a 226 destinos. Es el rey de las escalas bien hechas. En segundo lugar está Estambul (IST), que escaló posiciones gracias a la estrategia de Turkish Airlines para alinear sus vuelos casi como si fueran una coreografía. En tercero está Ámsterdam Schiphol (AMS), un clásico europeo que mantiene su reputación como uno de los hubs más eficientes.
Más abajo en el ranking mundial aparece Kuala Lumpur (KUL), muy fuerte en conexiones dentro de Asia; Frankfurt (FRA), que comparte posición por su enorme red intercontinental; Seúl Incheon (ICN), vital para conectar Asia con el resto del mundo; y los gigantes estadounidenses Chicago O’Hare (ORD) y Atlanta (ATL), que siguen dominando el continente americano. El top 10 lo cierran Tokio Haneda (HND) y París Charles de Gaulle (CDG), dos hubs esenciales para cualquier viajero internacional.

En el caso de Estados Unidos, el aeropuerto más conectado sigue siendo Chicago O’Hare, seguido de Atlanta, Dallas/Fort Worth, Denver y Charlotte. Todos tienen algo en común: su capacidad de absorber retrasos, ofrecer múltiples rutas de respaldo y facilitar conexiones incluso en días complicados.
¿Y por qué debería importarte este ranking? Porque cuando viajas con escalas, elegir un aeropuerto bien conectado significa menos probabilidades de perder tu vuelo, más opciones si algo se retrasa y, en general, una experiencia mucho más fluida. En un hub eficiente, los vuelos llegan y salen por “olas”, lo que permite que miles de conexiones sucedan sin caos. Además, cuando varias aerolíneas coinciden en un mismo aeropuerto, suele haber más competencia, más horarios y, a veces, mejores tarifas.
