Ver el cielo es una buena manera de empezar el año. Es una actividad que ha sido fuente de inspiración para artistas y científicos; así como una manera de encontrar las respuestas acerca de nuestro origen y de lo que el futuro le depara al planeta. Ver el cielo es también una experiencia que se sale de lo cotidiano, más si está acompañada de un evento astronómico tan asombroso como el que ocurrirá este 10 de enero.
La luna de lobo
En primer lugar, mañana ocurrirá la primera luna llena del año, la cual es también conocida como Luna Vieja o Luna de lobo. Y aunque estos apodos nos remiten a las criaturas mitológicas, más bien provienen de la crudeza del invierno de enero; durante esta época los lobos aúllan más fuerte en la noche debido a la falta de comida.
Por otro lado, la fase completa del satélite estará acompañada de uno de los tres eclipses lunares penumbrales que tenderemos en el año. Este suceso ocurre cuando la Tierra pasa entre la Luna y el Sol, no obstante en esta ocasión sólo se cubrirá la parte más externa de nuestro planeta.
El primer eclipse de la década
Como resultado de esto, el astro se percibirá con un brillo atenuado y con una pequeña sombra en su superficie, la cual será apenas perceptible durante las cuatro horas que durará el evento. En América del Norte y América del Sur esto sólo se podrán observar las etapas iniciales y finales, sin embargo esto no es un pretexto para no prestar atención a la bóveda celeste ya que, incluso en países como México la luna llena iluminará una de las primeras noches de esta década.
Los próximos eclipses de luna del año tendrán lugar durante las noches del 5 junio, (fecha en laque será visible en Asia, África y Australia) y el 29 de noviembre, día en el que se podrá apreciar en todo el continente americano, Australia y Asia oriental.
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