Al parecer hay agua dulce hasta abajo de los océanos

Los científicos sugieren que esta agua pudo quedar atrapada en sedimentos cuando el nivel del mar era mucho más bajo.

16 Oct 2025

En una zona del océano Atlántico, frente a la costa noreste de Estados Unidos, un equipo internacional de científicos acaba de descubrir una reserva inmensa de agua dulce escondida bajo el océano marino. Durante tres meses, los investigadores trabajaron en alta mar desde el barco Robert, que se usa como plataforma para investigación submarina. En distintos puntos perforaron entre 300 y 400 metros bajo el fondo marino para extraer muestras y sedimentos. Ahí hallaron agua con muy baja salinidad, cercana incluso a lo que aceptan los estándares para agua potable. 

Edad y origen: el misterio continúa

Una de las grandes preguntas es: ¿cuándo llegó ese agua ahí? Las estimaciones hasta ahora van de 200 a 20,000 años. Si es de las más recientes, podría estar siendo recargada por filtraciones, lluvia o por sistemas terrestres conectados. Pero si es muy antigua, podría tratarse de un recurso finito. 

Los científicos sugieren que esta agua pudo quedar atrapada en sedimentos cuando el nivel del mar era mucho más bajo, lo que permitiría que lluvia o ríos infiltraran la plataforma continental en aquel entonces. También contemplan que parte provenga del deshielo de glaciares antiguos. 

Durante décadas ya había indicios de esa agua dulce submarina. En los años 60 y 70, al perforar, se encontraron zonas con baja salinidad, lo que despertó sospechas de que podría haber acuíferos bajo el mar. En 2019, mediante tecnología electromagnética, se detectó una gran franja de agua con propiedades distintas, extendiéndose entre Massachusetts y Nueva Jersey. Pero ahora, con la Expedición 501, se han obtenido pruebas físicas directas que respaldan esas predicciones. 

¿Cuánta agua es? ¿Para qué podría servir?

Un estimado sugiere que esta reserva podría abastecer a una ciudad del tamaño de Nueva York durante cientos de años si se aprovechara de forma sostenible. En algunos discursos científicos se menciona que podría ser suficiente para 800 años, aunque eso dependerá mucho del volumen real y de cómo se gestione.

Sin embargo, sacar ese agua no es cosa simple. Hay desafíos técnicos, legales y ambientales. La perforación submarina a gran escala es costosa y riesgosa. Además, podría haber efectos negativos sobre los ecosistemas marinos, alterar flujos naturales de agua dulce submarina que nutren los hábitats alrededor, o impactos legales si la zona está en aguas internacionales.

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