Pandemia aparte, mi libertad para improvisar viajes exprés se ha visto muy mermada. La causa: Chuleta. Ella llegó a mi vida en abril de 2020. La encontré en las historias de perros en adopción de una página de Instagram. Una señora la dejó amarrada al árbol de un parque “porque se portaba muy mal”. La rescataron, vi su foto, me morí de ternura y vivimos felices hasta que… quise volver a viajar.
Me tocó renunciar en cierto grado a esa libertad, porque ahora tenía que pensar en mi perro. ¿La aceptarán al lugar al que voy? Si no, ¿con quién la podré dejar?, ¿qué tan largo es el trayecto? Si el viaje involucra un avión, ni me lo pienso. No va.
Travesía a Troncones
Este año fui a Troncones por mi cumpleaños. Normalmente hubiera buscado una habitación en mi hotel favorito, tomado un avión, volado durante 45 minutos, aterrizado, rentado un coche y ¡listo! Bienvenida a la playa. Pero no con Chuleta. Ella no va en avión ni se puede hospedar en hoteles de diseño. Así que tuve que adaptarme. Busqué una casa en Airbnb que aceptara mascotas y manejé durante más de 10 horas para llegar a Troncones. Entonces, ¿una mascota te complica los planes de viaje? Sí. ¿Vale la pena? También. Ese viaje, además de mi cumpleaños, fue el primer encuentro de Chuleta con el mar. Desde ya les digo que le encantó. Recorrimos escenarios increíbles a la orilla del lago de Pátzcuaro, comimos carnitas en Morelia y pasamos a ver el Paricutín. No lo cambiaría por nada.
¿Viajar en avión? Ésa es otra historia. No me he atrevido. Pero Sofía, una amiga, se fue a vivir de la Ciudad de México a Los Cabos con su pastor australiano y ahora es una experta en cuanto a las reglas de perros a bordo.
“Tuve que dar de alta a Troca (su perra) como un animal de apoyo emocional. Eso quiere decir que, por indicaciones de un psiquiatra, necesito su acompañamiento para estar tranquila y que mi perro realiza cosas específicas para que yo no esté estresada durante el vuelo. Lo cual no es verdad, yo estoy bien”, me confesó apenada.
De otra forma, Troca tendría que viajar en la parte de abajo del avión. “La verdad es ansiosa, se pone muy nerviosa cuando está encerrada dentro de una jaula y me parece muy traumático para un perro irse en la parte de abajo del avión, donde está oscuro, hay ruidos, cajas, no sabes cómo los manejan. Prefiero que esté a mi lado. Y la verdad, se porta superbien”. (Para todos los que se preguntan si Chuleta podría comportarse así de bien, de una vez les aclaro: definitivamente no sería el caso). Troca se queda echada, se duerme todo el vuelo. “A veces te toca gente que odia a los perros y tienes que lidiar con su mala cara todo el vuelo. Y a veces es al revés, eres la sensación de todo el avión y todos lo quieren acariciar. Ésa es la gran mayoría”.
Entonces, ¿llevarlos o no de vacaciones? Depende. Si pueden viajar en cabina, es mucho mejor para ellos. Pero, si van abajo, siempre hay que tomar en cuenta el estrés que le provoca a cada perro viajar así y lo que podría sufrir durante el viaje.
Breve guía para llevar a tu perro a bordo
- Consulta a tu veterinario antes de llevar a tu perro en el avión. Hay algunas razas que tienen problemas respiratorios y no pueden viajar en avión.
- Si va a viajar abajo, entrénalo para que aprenda a estar dentro de su jaula y no sufra de ansiedad.
- Ponle un pad absorbente dentro de la jaula, para evitar accidentes.
- Tienes que buscar una jaula donde tus perros tengan espacio suficiente para ir parados. Además de que es importante para ellos, hay aerolíneas que no aceptan la jaula si no cumple con ese requerimiento.
- No les des sedantes a tus perros. Hay medicinas que los calman de manera natural, pero deben estar prescritas por su veterinario.
- Necesitas una cartilla de vacunación, certificado de buena salud y, en caso de llevarlos arriba, normalmente un certificado psiquiátrico que garantice que son perros de apoyo emocional. Sin embargo, esto también depende del país y la aerolínea.
- Viajar con un perro “documentado” siempre tiene un costo extra, que varía de acuerdo con el peso del perro y la aerolínea.
- Si vas a viajar con tu perro en cabina, lleva snacks para que se entretenga durante el vuelo.
