48 horas en Takayama

Una ciudad japonesa entre las montañas.

22 Jul 2019

Día uno

  • Por la tarde

Sanmachi Suji

Apenas te bajes del tren y camines diez minutos en línea recta, llegarás a este concurrido barrio. Las decenas de tienditas y puestos de souvenirs intentarán robar tu atención, pero trata de ignorarlos por un momento y observa, primero, las viejas casas de madera que los envuelven. Sí, son del período Edo y están casi intactas. ¿Ya conociste alguna por dentro? Ahora sí: te ganaste el derecho a perder las siguientes dos horas entre artesanías locales o dentro de una vieja destilería de sake. Kamiichino-machi

Hida Kokubun-ji

Una vez saciado el espíritu de las compras, camina rumbo al río y aprovecha para detenerte a contemplar las vistas del Miya desde los distintos puentes hasta llegar a Hida Kokubun-ji. Este templo es uno de los más antiguos de la ciudad. Lo construyeron en el siglo VII y, aunque sufrió un incendio y tuvo que ser reconstruido, todavía conserva la sala principal. Tiene, también, una pagoda de tres pisos y un fósil viviente: un árbol ginkgo biloba que, se cree, tiene 1 200 años de vida. No, con sólo verlo no rejuveneces, pero quizá tu alma sí. 1-83 Sowamachi

  • Por la noche

Cena en Ajikuratengoku

Dos palabras: Hida Beef. marmoleada, con denominación de origen y tan perfecta que se deshace en la boca como si fuera mantequilla. Cada mesa tiene su yakiniku (parrilla) y eso lo hace todavía más divertido. Además venden cerveza artesanal de la zona. Pasa de preferencia durante la mañana para hacer una reservación, pues se llena bastante. Puedes hacerlo cuando llegues a Takayama, pues está casi frente de la estación de tren. 4-147 Hanasatomachi

Día dos

  • Por la mañana

Mercado de Jinya-mae

Todos los días, las esposas de los agricultores que viven en los alrededores de Takayama se dan cita en la calle para vender sus productos totalmente frescos: desde flores y hortalizas hasta conservas, que por lo regular son verduras y frutas en vinagre que, sin importar si son rábanos o chabacanos, ellos llaman japanase pickles. Lo mejor: te dan a probar de todo antes de comprar. Búscalo por las mañanas (de siete a 12 del día) frente al Takayama Jinya y aprovecha para conocer esta edificación, que sirvió como sede de gobierno en el shogunato. 1-5 Hachikenmachi

  • Por la tarde

Yatai Kaikan
Hay dos estaciones del año importantes para esta región: la primavera (abril 14 y 15) y el otoño (9 y 10 de octubre), pues se celebran dos de los festivales más esperados de Japón: el Sanno Matsuri y el Hachiman Matsuri, una versión más pequeña del primero. Durante estos días hay desfiles de carrozas con formas de templos y las personas danzan al ritmo de los tambores con vestidos típicos para pedir buenos augurios. El resto del año, los impresionantes carruajes se pueden visitar en el museo Yatai Kaikan. Cierra a las cinco de la tarde. 178 Sakurayama

Sakurayama Hachiman-gū

Además de que comparte la ubicación e instalaciones del museo Yatai Kaikan, este santuario, que está al borde del bosque —y es escoltado por árboles altísimos y un torii (o puerta sagrada) bastante fotogénico—, es la sede de los dos festivales que mencioné en el punto anterior. Ya que estás por el rumbo, después de recorrerlo aprovecha para curiosear por las tienditas que están alrededor.  Hay una increíble de puros calcetines. 178 Sakurayama

  • Por la noche

Cena en ryokan, de preferencia con aguas termales

Podría recomendar cualquier otro restaurante para cenar, pero, sin duda, lo mejor que puedes hacer es hospedarte en un ryokan, de preferencia con aguas termales que cierren tarde, como Wanosato. Primero te recibirán en la fogata del lobby con un té, a continuación te dejarán una yukata (bata tradicional) en tu cuarto, después te llevarán la cena de diez tiempos en una mesa improvisada que pondrán en el suelo. Al terminar, mientras acondicionan el cuarto para la noche y traen los futones, podrás tomar, junto con los demás huéspedes, sake caliente dentro de un bambú alrededor de la fogata. 1682 Ichinomiyamachi, wanosato.com

next