Desde finales del siglo XIX, el gobierno de Estados Unidos se percató de las grandes riquezas naturales que tenía el país y decidió preservarlas. El proceso fue un poco largo: si la idea surgió en 1864, el diseño y establecimiento de un sistema organizado para llevar a cabo esta misión no surgió sino hasta 1916, cuando se aprobó la Ley Orgánica del Servicio de Parques Nacionales (firmada por el entonces presidente Woodrow Wilson).

Hasta hoy suman aproximadamente 58 áreas en calidad de Parques Nacionales en todo el territorio estadounidense (comprendiendo Hawai, Alaska, Samoa, Guam, Puerto Rico y las islas vírgenes y Marianas). No todas ellas llevan la palabra “parque” en su nombre, pero lo son en temas administrativos. Tampoco están abiertas al público en su totalidad, ya que hay parajes inhóspitos en los que sería peligroso andar y cuya naturaleza virgen es, precisamente, la que se está protegiendo. Hay, sin embargo, algunos otros parques que son muy famosos y que se han convertido en puntos de interés para los viajeros.

1. El primero registrado. Parque Nacional de Yosemite, California. Designado Parque Nacional en 1872, es el lugar pionero del sistema que ahora celebra su centenario. Es ideal para los amantes de la naturaleza, que pueden ver en él cascadas, montañas y el monolito de granito más alto del mundo, conocido como “El Capitán”.

2. El cliché que nadie se debe perder. Gran Cañón, Arizona. Todos lo hemos visto: en el cine, en la televisión, en las fotografías de decenas de amigos. Es, simplemente, un lugar básico para deslumbrarse con la naturaleza viendo el río Colorado desde las alturas. Los paseos pueden realizarse en helicóptero, para quienes quieran disfrutar las mejores vistas.

3. El favorito de los fans de Star Wars. Valle de la muerte, California. El nombre es tétrico, pero los paisajes son maravillosos. Montículos de arena, relieves… un impactante desierto al este de Sierra Nevada que se ha convertido en una visita obligada para los fans de Star Wars ya que es uno de los sitios donde George Lucas ubicó Tatooine, el planeta donde crecieron Anakin y Luke Skywalker y donde en A New Hope (1977) se filmaron escenas como aquella en la que C-3P0 fue secuestrado por los Jawas (nativos de ese planeta). Algunos fans proveen servicios de guía especiales para ver los lugares exactos de las locaciones.

4. El que no sabías que era un parque. Volcanes de Hawai. Sí, el circuito de los volcanes hawaianos, es una de las áreas protegidas de Estados Unidos establecida como Parque Nacional. Este paseo es de los pocos en el mundo que permite ver volcanes en activo sin sentir ningún peligro. Todos los días se anuncia en qué punto del recorrido es donde se podrá disfrutar el espectáculo de lava y fuego para que los visitantes estén prevenidos.

5. El perfecto para inspirarse. Glacier, Montana. Si no eres escritor, artista visual o poeta, en este lugar corres el riesgo de convertirte en uno. Los paisajes azules y turquesas en los que el agua se funde con el cielo son sin duda inspiradores. Hay lagos, valles y —como su nombre indica— zonas de glaciares. Para que no todo sea serenidad, hay que aclarar que las cabras montañesas y los osos grizzli son la fauna endémica.

6. El que te hace dudar que sigues en la Tierra. Yellowstone, Wyoming. Las aguas termales rompen con los parajes que parecen desiertos y les dan un aire de ciencia ficción. Los bordes de las posas se llenan de fantásticos colores, como si fueran arco iris. La atracción más famosa es el géiser Old Faithful, que hace erupción en lapsos de entre 35 y 120 minutos y que se ha convertido en el accidente geográfico más “predecible” del planeta.

7. El más instagrameable. Zion, Utha. Por sus maravillosos colores, este sitio de nombre mítico es uno de los que más likes te darán en Instagram. Hay cañones de tonos anaranjados y vegetación de un verde muy intenso. Es una maravilla natural que te permitirá tomar millones de fotos #sinfiltro.

8. El más romántico. Everglades, Florida. Como no todo se trata de aventurarse entre rápidos y rocas, aquí un parque mucho más sereno, perfecto para ir en pareja y disfrutar de atardeceres espectaculares con el agraciado clima que distingue al estado de Florida. Claro, tal vez de pronto aparece uno que otro cocodrilo, pero nadie dijo que el romance en tierra subtropical era cien por ciento pacífico.

9. El bajo cero. Kenai Fjords, Alaska. Si el objetivo principal es ver glaciares, este es el lugar. Kenai Fjords permite ver sus heladas maravillas desde un bote o —para los más aventureros— desde un kayak. Tiene áreas para acampar y, aunque es seguro que hará frío, la experiencia de despertar entre las montañas nevadas se predice inolvidable.

10. El de los aliens. Redwood, California. Perfecto para quienes estén en busca de un bosque lleno de misterios y de algo de nostalgia infantil, ya que fue aquí donde Steven Spielberg filmó las escenas de naturaleza que podemos ver en la película E. T. (1982). Entre estos árboles, fue donde el pequeño Elliot se despidió de su mejor amigo. Una escena inolvidable para toda una generación.

Más información en Centennial (U.S. National Park Service)

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