Jeroglíficos egipcios, ¿los emojis del pasado?

Fabricius, la nueva herramienta de Google para estudiar y entender mejor los jeroglíficos egipcios asegura que la manera más fácil de entenderlos es compararlos con los emojis.

22 Jul 2020

“La manera más fácil de entender a los jeroglíficos es compararlos con los emojis”, recomienda Fabricius, una nueva herramienta de inteligencia artificial que se creó para estudiar la escritura de los antiguos egipcios. A mediados de este mes, Google presentó esta nueva plataforma, tras dos años de investigación. Está diseñada para que los expertos la puedan utilizar, y alimentar con sus nuevos descubrimientos. y también para que el público en general se acerque a una de las civilizaciones más importantes de la humanidad. 

La comparación entre un emoji y un glifo podrá sonar un tanto simplista, pero en el fondo es correcta. Existen dos tipos de glifos —según se aprende en Fabricius—, los ideogramas, que representan una idea, concepto o significado y los fonogramas, que buscan transmitir sonidos específicos.

El Valle de los Reyes, donde se encontró la Piedra Rosetta.

Teniendo claro lo anterior, es correcto afirmar que esta herramienta no sólo es útil para entender las bellezas del lenguaje, sino para ayudarnos a planear un viaje a Egipto. Para que podamos comprender, con más detalle, las profundidades y complejidades de esta cultura.  

Fabricius

 

Google describe a su nuevo proyecto como “un experimento que nos permite comprender el potencial del aprendizaje automático para aumentar la eficiencia en la traducción de lenguas antiguas y abrir nuevas vías para la investigación académica”.

Ahora, hay que destacar que esta herramienta es el resultado de dos años de investigación y quizá por eso no es sólo una herramienta de trabajo para los profesionales, sino también una plataforma de aprendizaje para gente inexperta. Por eso cuenta con tres modalidades: aprender, jugar y trabajar.

Aprender

En esta experiencia didáctica e interactiva, uno puede aprender más sobre la manera en que se comunicaban los antiguos egipcios y los modelos que creó Google para las tres fases de traducción.

Primero la extracción: una especie de escaneo de la piedra Rosetta (el descubrimiento que permitió a los exploradores entender por primera vez este sistema de escritura) para obtener símbolos que sean más sencillos de leer y procesar para la computadora. Segundo, la clasificación: aquí es donde entra la inteligencia artificial que funciona como una red neuronal diseñada para identificar correctamente más de mil glifos. Por último, la traducción: coincidencias de secuencias y bloques de texto con diccionarios disponibles y traducciones publicadas.

Jeroglíficos en la fachada de Abu Simbel, Egipto.

Esto dio como resultado una especie de biblioteca virtual que recopila el conocimiento de casi cien años de estudios de esta lengua en un sólo lugar. Para obtener estos conocimientos tan específicos,  antes había que acudir personalmente a las fuentes, quizá buscar Egyptian Grammar de Sir Allan H Gardiner escrita en 1927; una obra que era importantísima para los investigadores. Sin embargo, ahora hay en la nube una gran cantidad de documentos que están al alcance de quien quiera aprender y justo ahí vive la revolución de esta herramienta. 

A lo largo de la experiencia, uno también aprende datos útiles para un viaje como el significado de diferentes glifos clave como Senet, uno de los juegos de mesa más antiguos del mundo. Además Fabricius nos enseña, por ejemplo, cómo, para identificar los nombres de la realeza, hay que buscar a los símbolos que están dentro de un óvalo.

Jugar

 

Así se escribiría “hola” en el antiguo lenguaje egipcio.

Una vez que se aprenden las bases, se puede empezar a jugar y aquí aparecen los emojis. A modo de una conversación por mensajería móvil, uno puede escribir (la herramienta sólo está en inglés y árabe, pero se pueden usar los emojis en lugar de palabras) lo que quiera y la plataforma lo va a traducir a glifos, de esta manera, uno puede mandar mensajes codificados a sus conocidos. 

¿Por qué viajar a Egipto es más fácil que nunca?

Normalmente, los mexicanos necesitamos una visa para ingresar a Egipto que cuesta aproximadamente 25 dólares y se obtiene a la llegada con una vigencia de 30 días. Sin embargo, el gobierno del país norafricano ha exentado de visas a todos aquellos viajeros cuyo destino sea alguna de estas tres gobernaciones costeras: la península de Sinaí del Sur, el Mar Rojo o Marsa Matruh.

Las pirámides de Giza.

Es importante añadir que el pasado 20 de junio, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) otorgó a Egipto el Sello de Viaje Seguro, un reconocimiento internacional que se le concede a aquellos destinos que están comprometidos y llevan a cabo las medidas de prevención e higiene necesarias para procurar el bienestar de los turistas. 

Aquí puedes ver más consejos y razones de por qué ahora es buen momento para viajar al país africano.

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