Ruta por el barrio londinense donde inició la rebelión británica

Una ruta por King’s Road, avenida donde empezaron los Swinging Sixties en Londres.

28 Aug 2017

El arte, la música y moda británica de los años sesenta transformaron al mundo, utilizando a la libertad y la esperanza como estandartes. Esto también trajo una nueva visión en Londres, la capital donde todo fue posible. Pensar en esta rebelión trae a mi cabeza la canción “Revolution”, de The Beatles, justo en la estrofa que indica you say you want a revolution, well you know, we all want to change the world, un himno dedicado a quienes luchaban por sus derechos e ideales. Pero no nos pongamos políticos, mejor regresemos a la era donde la herencia del rock y la invención de la minifalda dieron color a una escena extraordinaria, la invasión británica.

Viajé a Londres y me hospedé en uno de los mejores hoteles de lujo de la ciudad, Jumeirah Carlton Tower. Ellos me llevaron a realizar el tour Swinging Sixties —que hace referencia a la frase “Swinging London”, que en los sesenta utilizó la revista Times para enmarcar todo lo que ocurrió en la época.

Llegué al punto de reunión: King’s Road (y Sloane Square). En los sesenta fue una vía por la que llegabas al cielo sin necesidad de morir, pues la aristocracia reinaba y las celebridades pululaban adueñándose de cada rincón. No tardó mucho en convertirse en la meca de la sociedad más cool de la época. Íconos como Mick Jagger y Jimi Hendrix, así como las diseñadoras Mary Quant y Vivienne Westwood, y las top models Twiggy y Pattie Boyd se dejaban ver por sus aceras todos los fines de semana.

Primera parada: Bazaar

Este local se convirtió en una boutique de culto (aunque ahora es un bar). Creada en 1955 por la mismísima Mary Quant, quien revolucionó el mundo de la moda al crear la minifalda. Quant estaba convencida de que la moda tenía que ser accesible para los jóvenes, pues no eran considerados; así nació el movimiento cultural que conocemos como youthquake, que definió a los adolescentes y dominó la escena de la moda y la música.

El éxito de Bazaar permitió la apertura de otras boutiques que conquistaron las calles londinenses y los closets de modelos, artistas y músicos, entre ellos, John, Paul, George y Ringo. De hecho, la canción “Dedicated Follower of Fashion”, de la banda The Kinks, es una sátira hacia los fashionistas que colonizaron el barrio.

Y no podemos olvidar a Granny Takes a Trip, en el número 488 de King’s Road, la primera tienda dedicada a una moda más psicodélica. Con la inmensa demanda de ropa y accesorios vintage, dos jóvenes —Nigel Waymouth y Sheila Cohen— se unieron para buscar un local y vender su inmensa colección. El lugar tenía un ambiente mágico que le dio vida al terciopelo y apliqués de pedrería de los trajes que portaban personajes como Rod Stewart y Keith Richards.  Muy cerca, David Bowie y Jimi Hendrix frecuentaban Dandie Fashions, en el 161 de King’s Road, espacio que posteriormente compraron los integrantes de The Beatles, pues también se sumaron al furor por la moda y con este sitio crearon un lugar para confeccionar trajes a la medida.

Segunda parada: Chelsea Drugstore

Uno de los lugares más populares del Chelsea set fue la Chelsea Drugstore, que ahora es un McDonald’s, pero en los sesenta fue una farmacia ubicada en la esquina de Royal Avenue y King’s Road, donde además de medicinas vendían revistas y discos. En el primer piso tenía una fuente de sodas, que Mick Jagger nombra en la canción “You Can´t Always Get What You Want”. Alrededor de la Chelsea Drugstore había tal bullicio que los vecinos enfurecieron, se quejaron y lograron cerrar el local en 1971. Otro detalle de su encanto fue sin duda su servicio a domicilio: reclutaban a chicas guapas para entregar la mercancía, las llamaron el flying squad, y cualquiera podía ubicarlas porque andaban en bici y con leotardos morados.

Tercera parada: Chelsea Manor Studios

A tres cuadras de la Chelsea Drugstore están los estudios Chelsea Manor, hogar del fotógrafo Michael Cooper, quien hizo el montaje artístico para la portada del disco Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, de The Beatles. Por el mismo camino se llega a Swan Song Records, estudios que pertenecieron a Led Zeppelin y que lograron lanzar a la fama a Pink Floyd y Jethro Tull.

Para los melómanos que quieren seguir en este déjà vu musical pueden tomar un taxi y desviarse a Soho. Vale la pena visitar el antiguo departamento de Jimi Hendrix, en Brook Street. Hoy es un museo —Handel and Hendrix—, en el que restauraron el cuarto del músico, dejando una réplica exacta del sitio en el que vivió con su novia Kathy Etchingham.

Menciono Soho porque siguen vigentes algunas tiendas de discos y vinilos de la época, y se puede aprovechar para pasar por el bar Bag O’Nails, donde Paul McCartney conoció a Linda Eastman. También se pueden visitar Regent Sounds Studio, en Denmark Street. Hoy es una tienda de guitarras, pero en los sesenta fue el lugar donde los Rolling Stones grabaron sus primeros discos. Las paredes están tapizadas con memorabilia de la banda británica y su época de oro.

Mick Jagger mencionó en una entrevista para la revista Cream que el impacto que tuvo esta invasión fashionista no se dio sin la ayuda de los líderes de la escena musical, empezando por The Beatles, Rolling Stones, Jimi Hendrix, The Who, Eric Clapton y Bob Dylan. La fiebre exótica de estos melómanos calentó a toda una generación llena de vitalidad.

Cuarta parada: Troubadour Club

El tour finaliza con drink en mano en el famoso Troubadour Club, ubicado en Old Brompton Road. Es el venue oficial donde Bob Dylan, Paul Simon y Al Stewart tocaron antes de ser inmortales.

Y así, 3.2 kilómetros que fueron el epicentro de la contracultura londinense, hoy forman parte de un recorrido que evoca una emoción nostálgica. Rodearse de estas tiendas, librerías, instrumentos, galerías, boutiques y bares que una vez fueron lo mejor del Swinging Chelsea, logra hacer un sorprendente viaje al pasado.

Para dormir en este barrio:

Jumeirah Carlton Tower es uno de los hoteles cercanos a King’s Road, ideal para realizar el recorrido de Swinging Sixties que proponemos. El hotel se localiza en el glamuroso barrio de Knightsbridge (extensión de Chelsea), a cinco minutos, caminando, de Hyde Park. Cuenta con suites de lujo con vistas al skyline de la ciudad. No olvides reservar un facial en The Peak Health y una cena en The Rib Room, que se especializa en gastronomía inglesa. jumeirah.com

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