¿Cuáles son los mejores lugares para comprar música en Barcelona?
En los primeros días de marzo se anunció el cierre de Discos Castelló, tienda mítica que abrió sus puertas en 1928 en el barrio del Raval. Era una de las tiendas de discos referente para quienes buscaban rarezas y las últimas novedades en música. Sin embargo, existen tiendas como Revolver Records que se ha especializado en vender discos de vinilo, cds, dvds, formatos especiales y boxsets, además de que se ha dedicado a apoyar la música independiente. Existen otras tiendas más jóvenes, entre ellas Ultra-local Records, en el barrio de Poble Nou, que se centra en sellos independientes, y también están Death Moon Records, Discos Paradiso, Holy Mountain Records, o las tiendas de Apolo y Primavera Sound.
¿Cuáles son, a tu juicio, los mejores sitios para escuchar música en Barcelona?
Un lugar al que acudo mucho es BARTS, un espacio abierto a la música que ofrece conciertos tanto de artistas consolidados como emergentes. Es un espacio con gran acústica que cuenta con dos salas. También tiene un espacio para danza, circo y teatro. Apolo es una de las salas más conocidas en Barcelona por sus buenas fiestas, DJs y conciertos. Es garantía de buena música y baile cualquier fin de semana. En la zona donde se encuentra hay muchos bares y restaurantes, por lo que antes se puede ir a picar alguna tapa o pincho y beber un buen coctel. Otros lugares conocidos por sus Djs más electrónicos son Razzmatazz, Moog y City Hall.
Se acerca la temporada de festivales de música, ¿cuáles son los que no hay que perderse?
Sónar es el festival de música electrónica y experimental por excelencia en el continente europeo. También organiza conferencias de videoarte e instalaciones artísticas, además de una feria discográfica y de tecnología. El otro es Primavera Sound, el segundo más importante de Barcelona, reúne rock, electrónica, folk y pop de todas partes del mundo. El cartel suele incluir desde lo que está sonando en el momento, hasta grupos de culto.
Uno que empieza a consolidar es el festival Cruilla, que no sólo ofrece música, sino que también apoya a entidades con ánimo social para difundir sus mensajes y su trabajo. Cruilla se distingue de muchos otros porque ofrece un espacio dedicado al wellness, una zona de Castellers (tradición cultural catalana que consiste en hacer torres humanas), área de grafitis y zona de juegos creados con elementos reciclados.
En la escena actual de la música en Barcelona, ¿quiénes son los músicos, bandas o DJs a los que debemos prestarles atención?
En la escena electrónica de Barcelona existen DJs muy consolidados como John Talabot, quien además es productor y músico. Otro DJ con renombre internacional es Ángel Molina, quien desde sus inicios, en 1991, ha tenido un papel muy importante en el desarrollo de la música electrónica en España. Ángel es considerado como uno de los más finos selectores de techno en Europa.
También vale la pena escuchar es Bruna, un DJ músico que en sus sesiones recoge lo mejor del house francés, el indie pop y la música clásica, sin dejar de lado su propio sonido. Otra propuesta con un estilo más experimental son Suicide of the Western Cultures, quienes muestran un particular entusiasmo por la tecnología lo-fi con una actitud punk.
¿Qué te llevó de México a Barcelona?
Las ganas de querer vivir experiencias nuevas y tener nuevos retos, salir de la zona de confort. Vivir aquí ofrece cosas muy buenas, en especial si eres artista: tienes oportunidad de conocer a gente de todas partes del mundo y eso te nutre mucho. Además aquí he podido seguir desenvolviéndome en el mundo de agencias de comunicación y RRPP, y también en el ámbito de la música, que es lo que más me gusta.
¿Cómo inició tu contacto con la música? También has tenido proyectos musicales, cuéntanos sobre ellos.
Desde muy pequeña me gustó cantar. Durante la secundaria y la prepa me involcuré en coros y obras de teatro, ahí empecé a tener un acercamiento más en serio con el canto. Aunque nunca tuve una formación académica, siempre estuve participando en proyectos donde pudiera cantar. Más tarde colaboré en diferentes proyectos con gente como Diego Cevallos y Gabo Reyna, que en aquella época eran Digi & Gabo.
Después estuve cantando con un grupo pop que se llamaba Toti, éramos Chuck Pereda, Paolo Morabito, Julián Placencia y yo. Tuvimos algunos conciertos y nuestra música sonaba en la radio, pero después nos involucramos en diferentes proyectos y hasta ahí quedó. Luego de unos años, le pedí a mi hermano Jaxx –músico y productor profesional– que compusiera unos tracks pensados en mi estilo y gusto musical, así es como pensamos que sería buena idea formar un grupo de hermanos y nació Landroids, un proyecto de música electro-pop.
Erika Landry en Instagram: @erilan
