Además de ser un lugar cosmopolita, Japón es conocido por sus paisajes naturales. Escenarios bucólicos que van desde bosques musicales, hasta caminos de bambú. Un ejemplo de lo anterior es un pequeño estanque que gracias a sus colores y luces, le da a sus visitantes la sensación de estar inmersos en uno de los 250 cuadros de lnenúfares que hizo Monet.
El lago no cuenta con un nombre oficial, y al buscarlo en Google Maps aparece como nameless pond. Sin embargo, la atmósfera que generan sus lirios acuáticos, su frondosa vegetación y las carpas japonesas que lo habitan han convertido este sitio en una parada obligada para los entusiastas de la contemplación y de los jardines.
Las curiosidades del estanque
Durante el otoño este lugar se ve aún más irreal, ya que en esta época los diferentes tonos de los árboles se saturan y hay una explosión de pigmentos que se reflejan en el agua. Asimismo, las especies acuáticas que habitan el estanque son únicas por sus formas y tonalidades; hay desde azules, blancas y anaranjadas hasta doradas, negras y moteadas.
Por otro lado, de entre todas las joyas que flotan en el estanque hay un pez tan especial que la gente va exclusivamente a buscarlo. Se trata de una carpa con una mancha en forma de corazón que según los habitantes de la zona tiene el poder de otorgar felicidad a quien la vea.
Esta maravilla natural está fuera de las grandes ciudades japonesas, en el santuario Nemichi del pequeño poblado de Gifu que además de albergar el estanque, también es hogar de un templo de madera dedicado a los dioses de la cultura japonesa.
Visitar el estanque
Nameless pond, Nemichi Shrine
441 Itadori, Seki-shi, Gifu-ken 501-2901, Japón
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