Estas son algunas de las ciudades más sustentables del mundo

¿Qué tienen en común ciudades como Estocolmo, Reikiavik y Copenhague? Si crees que la respuesta sólo es pertenecer a países nórdicos, mejor sigue leyendo.

25 Jan 2022

Parece una utopía lejana imaginarnos yendo a Santa Fe o cualquier otro punto naturalmente complicado de la Ciudad de México en algo que no sea un coche. Por supuesto, el primer obstáculo es la dimensión de la ciudad misma, luego, el tráfico y nuestro modo de conducir. Y si a eso le agregamos la idea de que en lugar de contaminar nuestra capital nos diera energía limpia y aprovechara la larga temporada de lluvias para hacer acopio de agua, simplemente creemos que estamos frente a lo imposible.

Precisamente en el Foro Travesías de este año, los expertos invitados nos compartieron algunas experiencias de otras ciudades y cuáles podrían ser, si bien no las soluciones, la vía para empezar a achicar la brecha entre el sueño y la posibilidad real.

“Hoy en día se está hablando mucho de recuperar la vida de barrio, la ciudad de los 15 minutos, pero todo eso puede quedar en pura demagogia si no hay una infraestructura potente: si no en lugar de ciudades, nos quedaremos con una acumulación de pequeños pueblitos”, comenta el arquitecto Miquel Adriá, director de la revista Arquine.

Estas estrategias no sólo deben nacer de la iniciativa ciudadana, sino que deben provenir, sobre todo, de las políticas públicas, de acuerdo con la opinión del especialista. Si bien en muchos sitios podemos ver rankings de ciudades sustentables, según explica Adriá, la ciudad es siempre un proyecto en construcción, por lo tanto ninguna ha logrado (aún) conseguir una movilidad, generación de energía y construcciones que cumplan al cien por cien con esos requerimientos.

Vale la pena recordar que cuando se habla de transporte y ciudad sustentable se piensa no sólo en bajas emisiones y en la posibilidad de moverse en cuanto medio exista (incluyendo, principalmente, caminar) sino también que tanto ciudad como movilidad sean incluyentes.

Entre las ciudades que están dando pasos interesantes, Adriática menciona en Latinoamérica a Bogotá y Curitiba (Brasil), y por supuesto, capitales europeas como París y Copenhague, que en las últimas décadas han dado pasos importantes hacia una ciudad más amigable con el ambiente. ¿Cuáles otras presentan propuestas y políticas que podríamos esperar para nuestras ciudades en Latinoamérica? Estas son algunas de las más interesantes:

Copenhague

La capital danesa lleva años ganando posiciones en sustentabilidad: en 2014 fue nombrada Capital Verde de Europa y ahora está buscando convertirse en Capital Mundial de la Arquitectura en 2023 y en la primera ciudad neutra en emisiones de carbono del mundo.

Ámsterdam

Además de que puedes darte el lujo de trasladarte a casi cualquier punto en bicicleta, casi la mitad de los hogares se abastecen de energía solar, su puerto en Rotterdam inauguró este año una planta de reciclaje de baterías de vehículos eléctricos, el transporte público es eléctrico también y para 2040 planean poseer el primer aeropuerto con emisiones de carbono neutras.

Estocolmo

Antes que Copenhague, la ciudad había ostentado el título de Capital Verde Europea en 2010 y planea ser la primera en emisiones de carbono positiva para 2040 a partir del uso de tecnologías que optimicen el uso de la energía y la recuperación del carbono. Hoy en día la capital de Suecia recicle más del 75% de los residuos producidos por sus habitantes.

Vancouver

Vancouver

De este lado del mundo, la ciudad más poblada de la Columbia Británica, en Canadá, es también una de las del continente americano con mejores prácticas en sustentabilidad y planea convertirse en la ciudad más verde del mundo. Aquí, la mitad de la población se traslada a pie, en bicicleta o en transporte público, ha ampliado sus espacios verdes y ha recuperado edificios que se basan en tecnologías limpias.

Reikiavik

Un poco por necesidad, otro por cultura y un tanto por hacer uso inteligente de sus recursos, los islandeses convirtieron desde hace décadas a Reikiavik en una ciudad amigable con el medioambiente. La energía geotérmica es la fuente primaria de electricidad, al punto de cubrir junto con la hidroeléctrica el 100% de los requerimientos de la población. Y aunque en el presente la mayoría de la población se traslada a pie y en bicicleta (dado el amigable tamaño de la capital), para 2040 tienen la aspiración de erradicar por completo las emisiones producidas por el transporte.

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