Cinco imperdibles en Misiones

Una ruta que promueve la biodiversidad, la sustentabilidad y el ecoturismo.

20 Jul 2019

1. Lujoso, sustentable y regional

El hotel Amerian, en Puerto Iguazú, es un cinco estrellas que además de una ubicación privilegiada (sobre el río Iguazú, de cara a las costas de Brasil y Paraguay) ofrece su compromiso sustentable: clasificación de residuos y papel reciclable, bioenergía a base de pellets (aglomerado comprimido), paneles solares y plantas de tratamiento de agua. El 40 por ciento de la carta gourmet del restaurante se basa en platos regionales. El proyecto se completa con el Parque Temático Selva Viva, inaugurado en 2013, con historias de la mitología local.

2. Misterios de la yerba mate

Producida, cosechada, secada, fraccionada y embasada en Santo Pipó (parte de la Ruta de la Selva) la yerba mate Piporé es todo un símbolo del misionero. Todos los días, por la mañana y la tarde, se realizan visitas a su planta ubicada en el pueblo.

3. Itakua

Este restaurante ofrece los mejores ñoquis de mandioca de toda la provincia. Sus pescados frescos, el bife de chorizo, la bondiola asada y su Chapika Hagua (pimientos asados, hongos, berenjenas, guacamole, queso y salmón marinado), se disfrutan hasta tarde bajo el influjo del río Paraná. Y es que el restó tiene un clima joven (su carta de tragos es muy variada y extensa) y una ubicación privilegiada sobre la nueva costanera de Posadas, la capital de Misiones.

4. El reino del acordeón

Ubicada sobre la RP 105 al sur de la provincia de Misiones, casi al límite con Corrientes y ya por fuera de la Ruta de la Selva, Apóstoles atesora la sensibilidad y vibración de un pueblo típico. Cuna de varios acordeonistas de renombre, el sonido de ese instrumento con el que se interpreta el chamamé, el ritmo típico de esta zona del país, brota de las casas de familia, las escuelas y hasta de los sitios de trabajo.

5. Misión Jesuítica Santa Ana

Es una de tres principales en la provincia, junto a Loreto y San Ignacio, dentro de las 30 que dejaron a su paso los misioneros por Paraguay, Brasil y Argentina. A diferencia de otras, sus ruinas no fueron reconstruidas sino que se buscó frenar el avance del deterioro en los muros, salas y edificios. El predio tiene 37 hectáreas, de las que se visitan 12. En tiempos de esplendor tuvo unos 4 800 guaraníes. Está situada en el municipio de Candelaria, sobre la RP 103 y la RN 12.

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