Escoger dónde quedarse mientras viajas nunca es una decisión sencilla, mucho menos en un destino como Tokio: abrumador, extenso, dividido en barrios que bien podrían ser pequeñas ciudades en sus propios términos. ¿Cómo escoger? La verdad es que no hay ninguna respuesta sencilla. Pero, una de las mejores opciones podría encontrarse en las alturas de la ciudad, para verlo y disfrutarlo todo en un vistazo panorámico desde The Ritz-Carlton Tokyo.
Justo en el corazón de Roppongi, el distrito de entretenimiento por excelencia en la ciudad, donde se combinan, vida nocturna, negocios y atracciones turísticas, se levanta un edificio de 53 pisos, uno de los más altos de Tokio. The Ritz-Carlton ocupa las últimas nueve plantas, en un espacio de 254 habitaciones que ha sabido combinar el lujo característico de una de las mejores marcas de la hotelería mundial, con el diseño y estilo de vida japonés.

Por si fuera poco, las alturas de The Ritz-Carlton Tokyo ofrecen una mirada única de la ciudad que no se limita al vibrante Roppongi, ni siquiera únicamente a los límites de Tokio. Desde sus ventanas se puede ver el Palacio Imperial, la bahía y otros distritos como Marunouchi, pero la mirada de los huéspedes incluso alcanza el lejano y emblemático Monte Fuji.
Sin embargo, las vistas no son lo único por lo que vale la pena hospedarse en The Ritz-Carlton Tokyo. La altura no sólo da perspectiva, si no también exclusividad. El hotel funciona como un improbable oasis urbano, donde se puede encontrar descanso y lujo en un nivel que no abunda en otras partes de la ciudad.
Además de un spa de clase mundial, piscina cubierta y una amplia oferta de experiencias culturales con la gastronomía como protagonista, los huéspedes pueden desconectarse de una de las ciudades más energéticas de Asia en habitaciones y suites equipadas con todo lo necesario para un merecido descanso. Inspiradas por un diseño residencial pero contemporáneo, combinando influencias orientales y occidentales, baños de mármol y con dimensiones de hasta 300 metros cuadrados. Desde luego, nunca hay que perder de vista la ciudad, con ventanales del piso al techo en todas las habitaciones.

“El hotel dentro del hotel”
Para darse una mejor idea del nivel de exclusividad, hay que probar The Ritz-Carlton Club. A menudo definido como un “hotel dentro del hotel”, esta es una experiencia que redefine el lujo en Tokio.
Los huéspedes que escojan este upgrade para su estancia, contarán con acceso a amenidades únicas, como un concierge personal, un lounge exclusivo en las alturas de Roppongi y una serie de experiencias únicas para conocer lo mejor del destino, como conciertos nocturnos de jazz.

Gastronomía de altura
Una de las cartas más fuertes en The Ritz-Carlton Tokyo es su oferta culinaria, con experiencias y ofertas para todos los huéspedes y momentos del día. Si quieres adentrarte en la gastronomía típica japonesa desde el hotel, está el menú de Hinokizaka, integrado por clásicos como sushi, tempura y teppanyaki. Para cenas sofisticadas está Héritage del chef Kei Kobayashi, el primer chef japonés en recibir tres estrellas Michelin fuera de su país. Con esta propuesta ofrece un viaje sensorial a través de sabores e ingredientes de la gastronomía francesa.
Aunque los platillos e ingredientes son el centro de atención en todos los restaurantes de la propiedad, la experiencia se completa con las mejores vistas de Tokio de fondo, siempre acompañando a los huéspedes en su estancia.
