Alejarse de la ciudad, salir de la rutina, tomar aire fresco y conectarse con la naturaleza son ideas que hace un año estaban reservadas para un perfil muy específico de viajeros. Hoy, la pandemia —y las horas interminables en casa— ha hecho de estos conceptos un plan deseado por la mayoría.

Ventajas desde cualquier frente

A diferencia de otras tendencias que involucran nuevos protocolos o que han surgido a partir de la pandemia, los viajes con enfoque en conectarse con la naturaleza siempre han estado ahí, sólo que ahora se han hecho aún más claros sus atractivos y ventajas, posicionándose en el radar de un mayor número de personas.

Primero, 2020 ha sido el año de estar en casa. Durante meses, el contacto con el exterior fue mínimo y los paisajes se limitaron a las fotos de viajes pasados, los documentales de David Attenborough y los videos de animales curiosos (como los pingüinos en un museo en Kansas), que nos sacaban momentáneamente de la monotonía de la cuarentena. Por ende, cualquier plan que involucre estar lo menos encerrados posible —y lo más cerca de todo lo que no pudimos ver este año— se perfila como un éxito seguro para 2021.

Segundo, los itinerarios al aire libre ayudan a cumplir muchas de las medidas sugeridas por la oms para cuidarnos y ser parte de una reactivación responsable del sector turístico, como optar por los espacios abiertos, mantener la sana distancia y elegir lugares poco aglomerados.

Tercero, los viajes para conectarse con la naturaleza invitan a los viajeros a alejarse de los destinos usuales y aventurarse a conocer lugares remotos o que normalmente no entrarían en sus planes. Por último, la tendencia de viajar al aire libre propone nuevas formas de movilidad más allá del avión y el coche —se puede planear un itinerario enteramente en bicicleta o a pie— y se ajusta a diferentes presupuestos sin dejar de ser espectacular.

México: diversidad de norte a sur

Hay que empezar por lo que está cerca, y en México los destinos que ofrecen la posibilidad de conectarse con la naturaleza  son muchos y muy variados. En el norte (sólo por mencionar algunas opciones) está Valle de Guadalupe con sus postales vinícolas, Cuatro Ciénegas y sus paisajes inesperados con especies endémicas y, por supuesto, la ruta del Chepe. Después de que suspendiera actividades el 21 de marzo, el tren reactivó sus operaciones el 17 de julio de este año, con un protocolo de higiene avalado por el gobierno federal y los estatales de las dos entidades que atraviesa: Chihuahua y Sinaloa. Ya sea en su versión tradicional —Chepe Regional— o en la de lujo —Chepe Express—, este recorrido es un básico para conocer la riqueza natural del norte.

Otros destinos naturales que vale la pena explorar en México —sobre todo para los entusiastas del ecoturismo— son Jalcomulco y Xico, en Veracruz, la Huasteca Potosina y la Sierra Gorda de Querétaro. Sin embargo, no todos los viajes que involucran estar al aire libre tienen que orientarse hacia la aventura. Las escapadas de fin de semana cerca de la ciudad —a destinos boscosos como Valle de Bravo y Tepoztlán—, pensadas para relajarse y desconectarse, también han ganado mucha popularidad en estos meses.

Revisitar el vecino del norte

Debido a las restricciones de viaje y la incertidumbre en general, Europa y Asia son destinos complicados para el mercado mexicano por el momento, así que Estados Unidos levanta la mano como el plan inmediato para una escapada internacional. Según datos de la Oficina de Turismo de Estados Unidos (NTTO), cada año más de 18 millones de mexicanos visitan al vecino del norte, principalmente motivados por la oferta cultural y de entretenimiento de sus ciudades.

Sin embargo, Estados Unidos también cuenta con un atractivo natural impresionante y listo para ser explorado. Conocido popularmente como America ‘s Best Idea, el Sistema de Parques Nacionales comprende 422 áreas naturales —entre reservas, parques, memoriales, sitios históricos, rutas escénicas— de costa a costa. Muchas de ellas cerraron un buen rato debido a la pandemia, pero poco a poco retoman el flujo de visitantes de manera limitada y con las debidas precauciones. Vale la pena estar pendientes de la información actualizada de cada parque en nps.gov.

Los parques nacionales de Estados Unidos han comenzado a atraer a una mayor diversidad de viajeros. Tal es el caso de Constanza Estefan, quien con un grupo de amigos, y por medio de una agencia, emprendió un viaje por Arizona, Utah y Las Vegas recientemente. Dos semanas de bicicleta de montaña, rapel, kayak y senderismo en lugares como Sedona, Horseshoe Bend, Lake Powell, Bryce Canyon National Park y Zion National Park.

Según un artículo de la revista Scientific Reports, publicado en junio de 2020, pasar dos horas o más a la semana en espacios naturales mejora la calidad de vida y la sensación de bienestar significativamente. Se llegó a esta conclusión después de analizar las rutinas de casi 20,000 personas en Inglaterra, quienes participaron en la encuesta Monitor of Engagement with the Natural Environment, realizada por el gobierno británico.

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