¿Qué es el arte contemporáneo? Es una pregunta que divide a los espectadores por su complejidad. Sin embargo, el nombre Marina Abramović se antoja conocido para los que no son expertos, pero se reafirma como revolución en el performance para quienes han seguido su trayectoria.

En el marco de Frieze Week en Londres, la artista serbia ha anunciado su nuevo proyecto: macarrones —el postre francés— que saben a ella. Pero, ¿a qué sabe una persona? Ella afirma que a sus recuerdos, a su ascendencia, a su historia.

Por ello, en conjunto con Kreëmart, la marca de postres de lujo, han creado paquetes de tres macarrones que saben a las memorias de Abramović: semillas de cardamomo, su abuela haciendo café en las mañanas, aromas de cada uno de sus viajes, albahaca fresca, océano, cascadas y el sentimiento de ver el amanecer en el alba. Todo empacado en una caja negra con el escudo de armas de su familia.

Sin embargo, no se trata de un proyecto aleatorio, sino de una serie de creaciones artísticas de Kreëmart. La repostería ha creado postres conceptuales para artistas como Maurizio Cattelan, Vik Muniz, Anselm Reyle o Terence Koh, entre los cuáles destaca el pastel cigarrillo (su sabor no es a ceniza) y dos estatuas de Tony Blair y George W. Bush hechas de pastel, por Ghada Amer y Reza Farkhondeh.

Los macarrones Abramovic sólo estarán disponibles en Harrods, Londres, y en la Feria de Arte (FIAC), aunque podrían llegar a Nueva York, Tokio, Milán, Los Ángeles y Miami. Y tú, ¿a qué sabes?