Doce poblados campesinos independientes, asentados entre cerros, cañadas y bosques en las estribaciones de la sierra de Ajusco-Chichinauhtzin: eso es Milpa Alta. Cada pueblo cuenta con su propio templo, su plaza y sus autoridades civiles, así como sus tradiciones y celebraciones. Muchas. Más de las que caben en los días del año.
Milpa Alta es la delegación con mayor presencia indígena en la Ciudad de México. Sus habitantes se reconocen como descendientes de las tribus nahuas que vivieron en este sitio durante la época prehispánica. Buena parte de los milpaltenses hablan en náhuatl y sus barrios aún se organizan en mayordomías y cofradías religiosas.
Algunos templos y parroquias son célebres por su antigüedad; otros por sus muros de piedra volcánica o por su papel en la historia de México. Tal es el caso de la parroquia El Calvario, en San Pablo Oztotepec, que fue utilizada como cuartel por Emiliano Zapata. Otros templos populares son el de Nuestra Señora de la Asunción, en Villa Milpa Alta, y la parroquia de San Pedro Apóstol, en San Pedro Atocpan.
Y la tradición prescribe festejar a los santos patronos con música de grupos locales, sonideros, ferias y platillos típicos, al grado que algunas de las fiestas locales se conocen a nivel nacional. Una de ellas es la Feria del Nopal, que se lleva a cabo en junio en Villa Milpa Alta. En este evento los habitantes demuestran sus habilidades culinarias con uno de los alimentos y cultivos más importantes de la zona: 30% del nopal que se produce en el país proviene de aquí.
En septiembre está el Festival de Globos de Cantoya, en San Agustín Ohtenco; se ofrecen talleres para elaborar estos globos caseros, para luego participar en la elevación masiva de 3,000 globos por la noche.
La Feria Nacional del Mole también es famosa entre los aficionados a la gastronomía mexicana. Se celebra en octubre en San Pedro Atocpan, y reúne a restaurantes locales como Don Pancho, Los Comales o Cielito Lindo, con decenas de cocineros de distintos estados para ofrecer desde mole rojo con pollo hasta el mole almendrado con guajolote, la especialidad de Milpa Alta.
Otra gran celebración es la del Día de Muertos en San Antonio Tecómitl: los colores, las flores, las velas y los altares relucen en espera de los espíritus de los seres amados.
Pero lo cierto es que, cualquier día del año, Milpa Alta es ideal para disfrutar del ambiente de los pueblos de México sin tener que salir de la ciudad.
Extracto del libro 52 fines de semana en la ciudad de México (Travesías Media, 2013). A la venta en librerías y en Espacio Travesías (Amatlán 33, Condesa; lunes a viernes de 10 a 19 horas)