Del Valle de la Ciudad de México a las playas de Puerto Escondido

Para muchos, la pandemia representó una oportunidad para replantear la manera como vivimos y dónde lo hacemos. Buscamos a cinco personajes para los que el cambio de ritmo no sólo fue el momento perfecto para buscar mayor contacto con la naturaleza y desarrollar nuevos proyectos, sino para encontrar un hogar fuera de la Ciudad de México. Esta es la historia de Diego Martínez Ulansk

26 Jan 2022

Diego Martínez Ulanosky se dedica a crear y dirigir series y películas. Su última serie, Desenfrenadas (Netflix) se estrenó 15 días antes de que empezara el confinamiento. Durante la pandemia pudo estrenar dos películas que produjo, lo cual ha sido un desafío enorme. Ahora se dedica a surfear en las mañanas y a trabajar remotamente, desarrollando nuevos proyectos, mientras espera a que el mundo vuelva un poco a la normalidad.

¿Qué fue lo que te impulsó a dejar la Ciudad de México?

Desde que llegué a vivir a México, Puerto Escondido se convirtió en mi lugar favorito. Iba muy seguido, a veces los fines de semana, a veces me instalaba algunas semanas a escribir. Pero nunca había tenido la oportunidad de vivir por meses en un lugar con playa. Ahí escribí parte de Desenfrenadas y por eso terminé filmando algunos episodios en las playas de Oaxaca. El mar me recarga y me hace feliz. Siempre había tenido curiosidad por saber qué se siente vivir en un lugar así, ya que he vivido siempre en grandes ciudades, como Buenos Aires o la Ciudad de México. Cuando empezó la pandemia y todo era incierto, venía de años sin parar y estaba quemado. Años de un proyecto tras otros, mucha locura. Necesitaba descansar y tomarme un tiempo para mi, así que decidí con Estefy, mi esposa, y Chubaka, nuestra perra, mudarnos por un tiempo a la playa. Al principio las playas estaban cerradas, había poquita gente. Pero respirar ese aire y poder sentarme a leer en este clima nos hizo muy bien. Sobre todo a Chubaka, que se vuelve loca por las olas.

¿Por qué Puerto Escondido?

Tenía una deuda pendiente desde chico: aprender a surfear bien y eso es algo que se logra con mucha constancia, y aún más si ya no eres un pequeño y flexible saltamontes. Qué mejor para lograrlo que vivir en la meca del surf. Puerto Escondido tiene de todo. Desde playas desiertas y alejadas hasta restaurantes de autor. Pero, sobre todo, tiene el mar, con el que tengo una conexión fuerte, y los mejores atardeceres.

¿Cómo es vivir en Puerto Escondido?

Nosotros vivimos en un área apartada de la zona más trendy y turística, y hacemos vida de pueblo. Todas las mañanas me despierto a las 6:00 y a las 7:00 estoy en el mar. A las 9:00 camino por mi café y un croissant, y ya arranco mi día. Aproveché la pandemia para desarrollar nuevas ideas, leer mucho y escribir. Pero también descubrí, como todos, que podía trabajar a distancia y que podía ser muy productivo. A mí me encanta la ciudad, los estímulos, el tráfico, la cantidad de cultura que tiene. Pero a veces puede ser agotador. Viviendo en la playa se bajan las revoluciones y me sirvió para conectarme mucho conmigo, para pensar qué quiero hacer y en qué poner mi energía. De todo lo malo que ha pasado por el COVID en el mundo, la incertidumbre y la crisis que eso genera, también ha sido un gran maestro, y ojalá deje un cambio de mentalidad positivo. La cotidianidad ha cambiado, no importa dónde vivas. Aprender a disfrutar más el espacio propio, ser más autosuficiente y depender menos del afuera creo que es de por sí un cambio de mentalidad.

Foto: Brian Harkin.

¿Cómo ha cambiado este lugar desde que te mudaste hasta ahora?

Ha cambiado mucho en los últimos meses. Al inicio de la pandemia, Puerto era un paraíso sin gente, muy íntimo. En los últimos meses se ha llenado bastante. Ojalá no le pase lo que le ocurrió a Tulum, que por falta de regulación y exceso de turismo termina volviéndose un destino más difícil, sucio y caro. Puerto sigue como el lugar para vivir descalzo, y el mar es muy potente. Espero que se mantenga así.

Recomendaciones prácticas

 

Dónde dormir

La Barca Surf House o One Love Hostel son hermosos lugares para estadías cortas, hacer yoga y conectarse para surfear. Oasis Surf es la escuela de mis amigos Roy y Sole, que organizan desde estadías hasta surf trips.

Dónde y qué comer

Fuera de lo turístico, recomiendo los desayunos de Chester Jugos, sobre la carretera a la altura de Zicatela. También están las hamburguesas de El Gym o las tlayudas de Las Juquileñas en el centro.

Una caminata

Más allá de los lugares de siempre, hay muchas playas para descubrir, como Roca Blanca, Tierra Blanca o Agua Blanca.

Para los fans de Desenfrenadas, pueden descubrir las locaciones donde grabamos la serie. Por ejemplo, toda la fiesta hippie se hizo en Playa Bacocho y las escenas de amor de Rocío y Tobías en el motorhome en un descampado cerca de Plataforma. Hay escenas en Café Olé, en Zicatela, y el aeropuerto lo recreamos en la entrada del Hotel Villasol. Me divierte recibir mensajes en Instagram de gente que viaja a Puerto y descubre locaciones.

Un lugar para tomar un descanso

A veces el exceso de calor y playa pueden cansar, así que un fin de semana en la montaña, rumbo a San José del Pacífico, puede ser un gran recreo mental.

Un secreto local

No lo voy a revelar, para que siga como un secreto.

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