Hoy será la noche más larga del año

Llegó la noche más larga, y con ella, toda una colección de tradiciones a lo largo del mundo.

21 Dec 2017

 

El invierno oficialmente ha llegado. Según un informe del Servicio Meteorológico Nacional, el día de hoy a las 10:28 de la mañana comenzó la estación más fría del año en el hemisferio norte. Como consecuencia, hoy tendremos la noche más larga del año y el día más corto.

Los solsticios ocurren dos veces al año –en fechas cercanas al 21 de junio y 21 de diciembre–, cuando el Sol alcanza su mayor o menor altura aparente en el cielo. En el solsticio de verano tenemos el día más largo del año, mientras que en el de invierno nos toca la noche más duradera.

También, estos solsticios son los que marcan, a nivel astronómico, el cambio de primavera a verano, y de otoño a invierno. Sin embargo, hay que recordar que mientras que este día tenemos el solsticio de invierno, en el hemisferio sur están teniendo el de verano. Por lo tanto, en esa zona tendrán el día más largo del año.

 

Un poco de tradición

Los solsticios y los equinoccios (los momentos en los que el Sol se alinea con el Ecuador) se han relacionado con distintas tradiciones y mitologías a lo largo de la historia y a través de distintas culturas. En México, por ejemplo, el solsticio de invierno se relaciona con el nacimiento del nuevo sol y de Mexi Huitzilopochtli, dios que representa la esperanza y el despertar colectivo de conciencia.

Los romanos y los celtas, por su parte, celebraban el regreso del Sol, pues a partir de este día, los días comenzarán a alargarse. Para ellos, era la derrota de las tinieblas. Las religiones paganas de esas zonas actualmente celebran Yule, una tradición que simboliza el renacimiento del dios del sol y el regreso de las temporadas fértiles. Para festejar, hay intercambios de obsequios, se hacen coronas con plantas para representar la abundancia y se decoran los árboles. Sí, prácticamente se trata de una Navidad.

En la zona andina prehispánica se celebraba el Cápac Raymi, que daba inicio al año incaico. La celebración consistía en reunir las cenizas de sacrificios para después arrojarlas a los ríos, que, a su vez, las arrojarían al mar. Esto era un símbolo de que todo regresa a su autor.

 

 

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