Un nuevo informe de la Universidad de Exeter y el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, advierte que los corales tropicales ya han alcanzado lo que los científicos llaman un punto de no retorno. Esto significa que los arrecifes podrían desaparecer si no detenemos o revertimos pronto el calentamiento global.
De acuerdo con los 160 científicos, provenientes de más de 20 países distintos, que realizaron la investigación, los arrecifes de coral de aguas cálidas están tan estresados por el aumento de la temperatura del mar que su capacidad natural de recuperación está gravemente comprometida.

Los corales están expresando su fragilidad de muchas maneras. Una de las maneras más evidentes es con el “blanqueamiento” del coral. Cuando la temperatura del agua sube, estos animales expulsan algas, lo que les quita tanto su tono vivo como su fuente de nutrientes. Si la situación dura mucho, los corales pueden morir.
El informe señala que más del 80% de los arrecifes de aguas cálidas en más de 80 países han sido afectados por estos episodios de blanqueamiento. Además del calor del mar, otros factores agravan la situación: la sobrepesca, la contaminación, el desarrollo costero sin control y otros desequilibrios ecológicos que dificultan la recuperación de los corales.

¿Por qué importan tanto los arrecifes de coral?
Primero, son refugio de muchísimas especies marinas. Si los corales desaparecen, muchas de esas especies perderían su hábitat. Segundo, cumplen funciones que también benefician a los humanos, pues sirven como barreras naturales que mitigan el embate de huracanes y marejadas en zonas costeras. En varios lugares del mundo, la degradación de los arrecifes representa un riesgo real para los medios de vida de millones de personas.
Entonces, ¿qué pasa si estos ecosistemas colapsan? La biodiversidad marina se ve comprometida, las cadenas alimentarias se rompen, la pesca disminuye, las costas quedan más expuestas a tormentas y la economía de muchas regiones costeras se debilita.

Pero aún hay esperanza. Los autores del informe señalan que aún es posible reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, avanzar en energías renovables, mejorar la gestión de los ecosistemas marinos y costeros, y así disminuir los daños.
Para México, que tiene una gran costa y ecosistemas coralinos, esto es un llamado a tomar medidas concretas: proteger los arrecifes que aún están relativamente sanos, reducir la contaminación de aguas costeras, controlar la pesca de manera sostenible, promover educación ambiental y participar en los esfuerzos globales para frenar el calentamiento.