Para nosotros, los viajes hechos para escapar de la rutina, en los que nos dedicamos realmente a disfrutar, siempre deben incluir buena comida y relajación: platillos reconfortantes hechos con ingredientes frescos, buenos vinos, visitas (frecuentes) al spa y en el mejor de los casos, incluso un retiro de yoga.
California es el destino que tiene lo mejor de estos dos mundos y que además se adapta a cualquier tipo de viajero: al que prefiere ir solo, al que va con sus amigos o al que está acompañado de su familia.
Destino: bienestar
Las opciones para relajarse en el estado dorado son inagotables. Pero estas son algunas de nuestras favoritas. Ya sea por el nivel de exclusividad, por los altos estándares de calidad o por tener paisajes increíbles, estas ciudades californianas brillan como verdaderos paraísos de la relajación, y son capaces de satisfacer prácticamente todos los gustos.
Calistoga. La misma naturaleza fue la que puso a esta ciudad dentro del mapa de relajación. Y es que esta zona en el Valle de Napa es famosa por sus aguas termales y baños de lodo. A ello, se han sumado construcciones con techos de dos aguas que resguardan resorts con spas de lujo. Y ¿qué mejor plan que tomar una buena copa de vino con vista a las montañas, justo después de recibir un tratamiento relajante?
Rancho Santa Fe. Este condado de San Diego, al sur de California, es el destino que los amantes de la buena vida han elegido para asentarse, vivir una vida tranquila y disfrutar de los verdes paisajes. Entre la naturaleza que los rodea, la oferta de spas de lujo es vasta y capaz de satisfacer las expectativas de los más exigentes.
Palm Springs. En Palm Springs siempre es posible encontrar un tratamiento que se adecúe a las necesidades de cualquier viajero. Un oasis en medio del desierto que puede presumir de sus spas de clase mundial. La mayoría está dentro de grandes resorts, que siempre resultan una garantía a nivel de servicio y atención.
Los Ángeles. Naturalmente, la ciudad más grande de California no se queda atrás en la oferta de bienestar. Desde una vasta gama de opciones de comida saludable hasta programas de yoga o tratamientos de belleza especializados.
Big Sur. Los paisajes naturales de esta región enmarcada por las montañas de Santa Lucía son suficientes para relajarse. El sinfín de reservas naturales y senderos que tiene, lo convierten en un destino ideal para los que disfrutan de una larga caminata por la naturaleza.
Santa Bárbara. Este destino de playas perfectas frente al Pacífico es elegido por surfistas que cazan olas de agua cristalina. Entre amantes del deporte y la aventura, la oferta de bienestar es vasta.
¡Todos a la mesa!
El clima y tierras fértiles de California han permitido que este estado sea productor de ingredientes de las más alta calidad, que han atraído chefs reconocidos desde distintas partes del mundo. Y a la maravillosa gastronomía, la acompañan bodegas y viñedos que producen vinos espectaculares. Así que aquí, comer y beber bien en California resulta una cosa fácil.
Napa Valley. No necesita mucha introducción, pues es uno de los destinos de enoturismo más populares del mundo. Bodegas reconocidas y multipremiadas, vinos de excelente calidad y restaurantes cuya gastronomía acompaña de maravilla a los vinos locales.
Sonoma County. Otro paraíso para los amantes del vino, donde los precios son más accesibles que en Napa y el Chardonnay es el rey. Esta región es un poco más relajada, pero también tiene ingredientes increíbles que brillan en las mesas por su frescura.
Los Ángeles. Esta ciudad tiene algunos de los mejores Farmer ‘s Markets de Estados Unidos, que los chefs visitan frecuentemente para obtener ingredientes de calidad extraordinaria. Desde ese momento comienza la cadena de valor de los platillos que cocineros de talla internacional sirven en sus mesas.
San Francisco. Basta con decir que San Francisco es una de las ciudades con más estrellas Michelin en el mundo. Y es que, los chefs que han poblado las empinadas calles de esta ciudad californiana, son admirables. Aquí, es donde uno se lleva grandes sorpresas y puede esperar las propuestas más innovadoras.
Santa Bárbara. Cuando el farm to table se une con vinos locales de alta calidad, entonces sabemos que estamos frente a un verdadero destino gastronómico. También conocida como la Riviera Americana, Santa Bárbara reúne a grandes conocedores de la cocina, para ofrecer experiencias memorables en torno a la mesa.
Paso Robles. Otra parada obligada para los que quieren descifrar el sabor del vino californiano. El día perfecto en Paso Robles incluye paseos en bicicleta por los viñedos, comida en alguna de las granjas y por supuesto, una buena degustación de vinos de la región para cerrar con broche de oro.
Carmel-by-the-Sea. A pesar de ser un pequeño pueblo costero, en este destino californiano se toman muy en serio la gastronomía. Aquí vale la pena visitar alguna de bodegas en la periferia y luego, elegir entre las más de cincuenta opciones de restaurantes, que van desde la comida asiática hasta la clásica californiana en la que el ingrediente es el protagonista.