Entre montañas, edificios históricos y comida tradicional, Querétaro se convierte en un destino ideal para un plan de fin de semana.
En cada uno de ellos podrás vivir un acercamiento distinto sobre la Independencia de México, y lo más importante, celebrarla.
Este sitio destaca por sus paredes rocosas, piscinas naturales y los cultivos de maíz que crecen a orillas del río Atoyac.
Estos tres paraísos están a un vuelo breve o unas cuantas horas de carretera desde la CDMX. Aquí el tiempo se detiene y puedes disfrutar de momentos de tranquilidad absoluta.
Entre sonidos y deportes podrás vivir Jeréz de García Salinas a través de tus sentidos.
La belleza de cualquier destino, siempre se puede apreciar mejor a varios pies de altura.
Hablemos del olvidado rincón independentista donde Miguel Hidalgo bailó, cantó y se llenó de ideas libertarias.
A veces ilógico, pero siempre alegre e informal. Todo lo que siempre ha parecido caracterizar al arte popular mexicano se encuentra en esta tienda de la Roma.
Con manglares, playa, dos albercas y una oferta gastronómica difícil de igualar, este hotel se ha posicionado como un favorito en la Riviera Maya.
Más allá de sus excepcionales edificios de los siglos XVII y XVIII (dignos de la ciudad que llegó a ser la tercera más rica de toda la Nueva España), Querétaro conserva una traza urbana única que refleja su carácter multiétnico.
El Camino Real de Tierra Adentro se consolidó en su época como una de las rutas comerciales más importantes del Imperio Español, y no es exagerado decir que impactó no sólo el desarrollo de la Nueva España, sino del mundo entero.
Entre ferias y toreros, Aguascalientes es una ciudad con una gran oferta cultural, que se manifiesta en la alegría hidrocálida. Un destino perfecto para pasar un fin de semana, con amigos o en familia.
En Veracruz nunca se puede estar demasiado lejos del agua o de la naturaleza, y esta ruta es perfecta para todos aquellos que son entusiastas del turismo de aventura.
Querétaro, Guanajuato y San Miguel de Allende, tres de las ciudades más hermosas de México, unidas por una ruta perfecta para recorrer las próximas vacaciones.
Entre minas y callejones, la ciudad histórica de Guanajuato fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988.