La efervescencia cultural de la Gran Manzana vuelve a sentirse después de meses de encierro.
Entre aforo limitado y distanciamiento social, lo más importante es el bienestar de los visitantes.
Ahora la misión más importante es seguir con estos esfuerzos de conservación para que la población de elefantes no vuelva a bajar.
El espacio alberga una granja y numerosas parcelas que los parisinos pueden rentar para producir sus propios alimentos.
La comida callejera limeña se esconde en los barrios tradicionales; en cocinas modestas, pero siempre sorprendentes.
Los trabajos de excavación se llevan a cabo desde marzo 2019, y no fue hasta ahora que los investigadores dieron en el blanco con una estructura que desafía las creencias, entre las leyendas y la historia.