Con una premisa sencilla envuelta en un contexto extremadamente complejo, el telescopio espacial Hubble cumplió 30 años de sacar fotos. En estas décadas su misión ha sido orbitar la atmósfera exterior de la Tierra para indagar en las profundidades del cosmos para que nuestro conocimiento del universo sea cada vez más extenso. Quizá algún día, gracias a sus poderosas imágenes, podremos corroborar lo que alguna vez dijo Carl Sagan:” si estamos solos, qué desperdicio de espacio”.

Tiene la longitud de un autobús escolar grande y pesa tanto como dos elefantes adultos. Viaja aproximadamente a ocho kilómetros por segundo; el equivalente de ir de la costa este de los Estados Unidos hasta la occidental en tan sólo 10 minutos. A lo largo de toda su historia, el Hubble ha capturado más de un millón de postales entre planetas, estrellas, galaxias y nebulosas.

¿Qué hace diferente al Hubble de los telescopios en la Tierra?

La atmósfera altera y bloquea la luz que proviene del espacio. El Hubble orbita sobre ella, lo que le da una mejor vista del universo que los telescopios a nivel del suelo.

¿Cuál es el futuro del Hubble?

El telescopio fue diseñado para que pudiera repararse y actualizarse según fuera necesario. Desde su lanzamiento, cinco misiones del transbordador espacial han llevado a astronautas para darle mantenimiento. La última fue en 2009 y se decidió que ya no habría ninguna en el futuro. Aún así se espera que el telescopio funcione después de 2020.

Mientras tanto, la NASA está preparando el telescopio espacial James Webb para su lanzamiento a principios de 2021. Se trata de un telescopio infrarrojo que será más grande que el Hubble y podrá ver a través de las nubes y el polvo en el espacio. En lugar de orbitar la Tierra, su predecesor dará vueltas alrededor del Sol desde un punto más allá de la Luna. Webb enviará imágenes sorprendentes como lo hace Hubble, y ayudará a los astrónomos a descubrir nuevos horizontes espaciales.